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"SOMOS LOS EMBAJADORES CULTURALES"

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Edith Delgado Montes, líder de Los Destellos, del Perú, se refirió a los 50 años de la cumbia peruana, cumplidos en 2018. La fecha existe gracias al lanzamiento del primer disco del género, grabado en 1968, por su agrupación. "No somos catalogados como un grupo de moda", expresó, en conversación con Cumbia de la Pura.



La historia de Los Destellos está ligada a un cambio cultural que se produjo en latinoamérica, en la década del ´60. Se trata de la llegada del rock and roll, con nuevos sonidos y una vestimenta propia. Un movimiento que, en el continente, se denominó La Nueva Ola.

En Perú, las bandas del circuito actuaban los domingos en los cines-teatros. A estos shows se les decía Matinales, porque se realizaban a las 11 de la mañana, antes de la primera función cinematográfica.

En este contexto nacieron Los Destellos, fundados por el guitarrista Enrique Delgado Montes, en 1966.

"Se presentaban en las matinales, donde había grupos de la nueva ola", recordó Edith Delgado Montes, hermana del músico.

Sus primeras canciones fueron El ronco (vals) y El gatito y yo (rock). La banda estaba conformada por Enrique Delgado en la primera guitarra, Guillermo Medina en la segunda, Matias Fajardo en el bajo, Eduardo Rivera en la batería y Elsa Salgado en los coros. 


La primera formación de Los Destellos del Perú, fundados en 1966. De izquierda a derecha: Guillermo Medina (segunda guitarra), Enrique Delgado Montes (primera guitarra y líder del conjunto), Matias Fajardo (bajo) y Eduardo Rivera (batería).


Dos años más tarde, en 1968, el conjunto lanzó su primer LP, con melodías que marcaron la historia de la cumbia costeña, amazónica y andina. Se trató de la primera placa de un grupo de cumbia, nacido en el Perú. 

En consecuencia, el año pasado se cumplieron 50 años de aquel disco. Es decir, cinco décadas de cumbia peruana.

Esta fecha provocó que Cumbia de la Pura se comunicara a la ciudad de Lima para conversar con Edith. Y repasar la historia de Los Destellos, a través de una entrevista.

Según la artista, su hermano compuso la primera cumbia gracias a un romance en el Amazonas. Y a las costumbres de los pueblos originarios.

"Se inspiró en una de sus giras, en la selva. El primer tema que lanzó Enrique fue La ardillita, que dio origen a la cumbia amazónica. Él tenía una enamorada en Iquitos y veia cómo las tribus bailaban y saltaban. Eso derivó en crear una cumbia para saltar", explicó.

De la misma manera, la cumbia andina nació gracias a una pequeña urbanización.

"Fue inspirada en un pueblito que quedaba en la falda de un cerro, en el distrito de Huasta, en Áncash. Él visitaba este lugar todos los años", aclaró.


Una imagen de 1987, cuando Edith Delgado Montes y su hermano, Enrique, recibieron el premio CIRCE, entregado por el Círculo de Cronistas del Espectáculo del Perú.


La pieza más famosa del conjunto es Elsa, una canción que vendiómás de un millón de discos en su lanzamiento. Y que fue grabada por muchísimas bandas en latinoamérica.

Su historia se remonta a una experiencia previa de Enrique, quien trabajó en la orquesta de Lucho Macedo, músico de salsa, fundador de la primera sonora peruana. Y un día le acercó una canción para interpretar. 
  
"Le dio un tema que se llamaba Que siga la cumbia. Era orquestado. Ahí es cuando le cambió la letra y la melodía. Así nació Elsa", reveló Edith.

Y agregó que el título corresponde al amor del músico por la corista de su banda.

"La vocalista, en aquellos tiempos, se llamaba Elsa Salgado y era enamorada de mi hermano. A ella le dedicó el tema, que es el más vendido", detalló.

Hasta ese momento, las canciones eran instrumentales. Por lo que Elsa, grabada con la voz de Félix Martínez, se transformó en la primera melodía cantada

"Fue grabada en 1970, con la voz de Félix Martínez. Eso fue porque mi hermano viajaba bastante a Chincha, Pisco e Ica con Los Destellos. Ahí conoció a un morenito que subió al escenario. Y le hizo grabar el tema", apuntó.


Un recuerdo a color de Los Destellos, con Edith Delgado como bailarina y animadora de la agrupación. A la izquierda se la ve a la entrevistada, mientras que a la derecha, guitarra en mano, se lo ve a su hermano, Enrique Delgado.


Edith se sumó a la banda en octubre de 1975, como animadora y representante. Pero también, como conductora radial.

"Comencé la administración del grupo; hacía los contratos en aquellos tiempos. Y también la animación. Mi hermano compró Radio Oriente y me dijo que animara diferentes bloques de programas. Y después comencé en el escenario", confirmó.

En otro aspecto, la artista recordó cuando su hermano, en la década del ´80, se lanzó como vocalista. Algo que ocurrió cuando el cantante de ese momento, Claudio Moran, recibió una mejor oferta de otro conjunto.  

"Decidió retirarse del grupo en 1980. En otra agrupación le ofrecieron más soles. Él había grabado Muchachita celosa y Jardín de amor. Entonces, Enrique decidió cantar y grabó un LP completo para Discos Horóscopo", destacó.

La historia de Los Destellos continuó comandada por Enrique y Edith. Hasta el 21 de marzo de 1996, cuando el músico falleció, luego de haber sido operado del páncreas.

"En las noches siempre venían músicos y artistas a mi casa. Y a mi hermano le gustaba tomar bastante trago corto. Y en una fiesta estuvo tomando. Al día siguiente le bajó todita la presión. Fuimos al hospital y lo operó un ginecólogo. Hubo negligencia médica", confesó. 


La actualidad de Los Destellos del Perú cuenta con el liderazgo de Edith Delgado Montes.


En la actualidad, Edith es la líder del conjunto y realiza diferentes funciones. Además de cerrar los contratos, realiza la difusión, canta y toca las maracas sobre el escenario.  

"Me gustan bastante las maracas y la mayor parte de los grupos de cumbia le resta importancia. Eso me identifica", se enorgulleció.

"Nuestra cumbia es bien vista. Los Destellos han sido reconocidos como los Embajadores Culturales de la Cumbia Peruana. Fuimos condecorados en Italia, en uno de nuestros viajes a Europa", agregó Edith.

Se refiere a la distinción que recibió, en 2006, por parte de la comunidad latinoamericana que reside en la ciudad de Roma.

"No somos catalogados como un grupo de moda. Vamos de generación en generación. En los aniversarios, los padres van con sus hijos", comentó.


Edith Delgado Montes es la actual líder de Los Destellos y posa con una guitarra, en homenaje a su fallecido hermano, Enrique Delgado.


Por último, Edith se refirió a la mirada negativa de algunos sectores de la sociedad sobre su estilo musical.

"Los grupos de la chicha, nacen de la cumbia andina, creada por Enrique Delgado Montes. El estilo se vio marginado a raíz de algunos grupos, como Chacalón, que comenzaron a llevar peleas. Creo que depende de la música. Los Destellos llevamos canciones al amor, no a la violencia", sentenció.    

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del viernes 24 de agosto de 2018.

"LLEVO MI BANDERA A TRAVÉS DE LA CUMBIA"

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Ayelén Beker es la primera cantante trans de cumbia santafesina. Y encontró en la movida tropical un espacio para manifestarse y reclamar por sus derechos. "Quiero demostrar que se puede luchar y conseguir lo que uno quiere", expresó, en conversación con Cumbia de la Pura.




Beker se crió en el sur de la ciudad de Rosario, en el barrio 25 de Mayo, junto a su mamá, Francisca, y sus hermanos. Y desde niña empezó a construir su género.  

"Me sentí siempre una mujer. A los 4 años empecé a manifestarme y mis familiares se dieron cuenta que no era como todos los nenes", observó. 

La transformación se hizo más profunda en la adolescencia, cuando hizo evidente su identidad.

"A los 15 empecé a hacer mi transición. Fue difícil, antes eran otros tiempos. Los padres eran más cerrados. Hoy no es tan tabú. Tengo una hermosa relación con mis familiares. Pero en su momento fue algo duro", confesó.


Ayelen Beker lucha con la música y levanta la bandera de la comunidad LGBT.


El cambio colocó a Beker en una situación de soledad.

"La transición me costó. Antes no había mucha información. Creía que me pasaba solo a mí. No sabía que había otras chicas trans o existía una comunidad LGBT (Ndr: Se refiere a la sigla que agrupa a Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, entre otras construcciones)", reveló.

Incluso tuvo que abandonar la escuela, debido a los enfrentamientos con sus compañeros de curso.  

"He sufrido violencia psicológica cuando estaba haciendo mi transición. De hecho, no terminé el secundario porque sufría mucho bullying. Eran muy violentos mis compañeros, muy agresivos. Me costó mucho superarlo", afirmó.

Con el correr de los años, Ayelén estudió comedia musical en la academia de teatro El Círculo.

"Siempre me gustó cantar; estudié y me capacité. Hice mucha comedia musical porque me costaba muchísimo cantarle a la gente, por culpa de la discriminación. Todo el tiempo estaba esperando que me aceptaran", contó.


"Cuando empecé a cantar sentí que no había nada más en el mundo que me lastime", declaró Ayelen Beker.


Hasta que un empresario de la zona sur del conurbano bonaerense realizó un casting para formar una banda tropical. Y Beker quedó seleccionada como vocalista del conjunto.

"Cuando empecé a cantar sentí que no había nada más en el mundo que me lastime. Y en la cumbia encontré un abrazo; la calidez que tiene la gente. Fue algo mágico", resaltó.

La banda salió al mercado con el nombre y apellido de la cantante. Y con covers como En la orilla de mi cama, de La Contra de Santa Fe, y Muero por tí, del estadounidense A.B. Quintanilla y su Kumbia All-Starz. Pero también con la canción Y todos me miran, compuesta por la mexicana Gloria Trevi, un himno LGBT.

Esto provocó que fuese invitada a actuar en la tercera edición de la Fiesta Nacional de la Cumbia Santafesina, realizada en noviembre del año pasado.

"Uno trabaja tanto y en media hora pasa todo tan rápido. Es hermoso", declaró.


Ayelén Beker canta  y reclama la aprobación del proyecto de Ley Diana Sacayán, por un cupo laboral trans en la administración pública y privada. Facebook.


Para Ayelén, el arte es una herramienta de lucha.

"A través de la cumbia, además de hacer lo que amo, llevo siempre mi bandera. Y exijo los derechos que tiene la población trans en el trabajo. A través de la música quiero demostrar que hay otras posibilidades y que se puede luchar y conseguir lo que uno quiere. Se puede soñar", enfatizó.

Beker se refiere al reclamo por la aprobación del proyecto de Ley Diana Sacayán, que ingresó al Congreso de la Nación en agosto de 2018. El mismo lleva el nombre de una activista trans que peleaba por la inclusión social en Argentina y que fue asesinada en 2015.

La norma establece que el 1 % de la planta de la administración pública nacional, sea empleada por travestis, transexuales, transgéneros y masculinidades trans.

"Es un cambio bastante grande y súper importante para nosotras. Muchas compañeras están capacitadas y por ser trans no les dan un trabajo. También exigimos que las empresas privadas tengan un 1 % de empleadas trans. Lamentablemente, al estar excluidas, las compañeras terminan trabajando en la prostitución. Muchas viven en la total marginalidad", explicó Ayelen.

"Somos parte de la sociedad. No estamos más excluidas", puntualizó.

La cantante cuenta con el apoyo de la Subsecretaría de Diversidad Sexual del Gobierno de la Ciudad de Rosario. Y trabaja todos los días en un comedor para chicos y chicas transgénero en situación de calle.


Ayelén Beker actuó en la tercera edición de la Fiesta Nacional de la Cumbia Santafesina y posó con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa plural e inclusivo.


"Basta del machirulo que impone la heteronorma y el machismo que hay en la sociedad", disparó.

"Vivan felices. Hay que vivir por uno mismo. No por lo que piensen o el que dirán", aconsejó la cantante.

"Pido que nos abracemos, nos juntemos, seamos más fuertes. Un palo solo se puede quebrar, pero muchos juntos no", finalizó.

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 20 de octubre de 2018.

"LA DECISIÓN DE QUE VUELVA ARIEL NO FUE UNÁNIME"

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Raúl Ariel Rosales, más conocido como Richard, es el guitarrista de Ráfaga. Y reveló detalles sobre el regreso del vocalista Ariel Puchetta a la banda, luego de 15 años. "Tomamos la decisión de llamarlo y limar asperezas", confesó, en conversación con Cumbia de la Pura.




Puchetta se había alejado de la banda en 2003 para lanzarse como solista. Lo mismo habían hecho los músicos Sergio Aranda y Mauricio Juárez, quienes lanzaron sus propios discos.

Con el tiempo, los artistas se unieron y formaron La Otra Dimensión, un conjunto con el que trabajaron hasta 2017.  

Por su parte, Ráfaga, había incorporado a Rodrigo Tapari como cantante, para suplir a Puchetta. La apuesta fue un éxito: la nueva voz compuso la canción Una cerveza y se transformó en un hit.

Tapari fue la voz de Ráfaga durante 15 años, hasta que a fines de 2017 tomó la decisión de lanzarse como solista

Esta decisión llevó a Ráfaga a buscar a su primer vocalista, quien se incorporó de inmediato, acompañado por Juárez. No obstante, Aranda, decidió mantenerse con un proyecto propio. 

Con el regreso de Puchetta, la banda lanzó una gran campaña de prensa. Y realizó un show en el teatro Ópera, en el mes de mayo. 




En este contexto, Rosales fue entrevistado por Cumbia de la Pura. Y dejó un montón de frases categóricas.

"La salida de Rodrigo nos dejaba muy debilitados. Con él habíamos logrado volver a Viña del Mar y tener otro hit, como es Una cerveza. Nos hubiese gustado que aguantara un poquito más para hacerse solista. Pero respetamos su decisión".

"La decisión de que vuelva Ariel no fue unánime. Vimos los pro y los contra. Pero había pasado mucha agua debajo del puente y las heridas estaban cicatrizadas".

"Tomamos la decisión de llamarlo y limar asperezas. En la primera reunión no sabíamos como nos íbamos a sentir. Y a medida que fueron pasando los minutos, nos dimos cuenta que nos necesitábamos. Era como ese hermano que se va a la colimba (NdR: Servicio Militar Obligatorio), y cuando vuelve, uno se da cuenta que lo extrañó".

"Cuando Ariel era solista, quería que sacara un tema y se despegara del nombre de Ráfaga. Además, estaba Rodrigo con nosotros y quería que se sintiera bien. Entonces luchaba para eso, a capa y espada".

"Yo creo que a la gente le hubiese gustado que vuelva Sergio Aranda. Pero si no volvió, por algo habrá sido. No voy a entrar en detalles".

"Yo siempre digo que, entre los músicos, hay una especie de matrimonio. A veces te podes llevar bien con tu ex, pero eso no acredita que puedas volver a formar una pareja".

"Quizás, para que vuelva Sergio Aranda, tenga que seguir pasando agua debajo del puente".


Arriba: La formación de Ráfaga con la voz de Rodrigo Tapari. Abajo: El nuevo plantel, con los regresos de Ariel Puchetta y Mauricio Juárez. En ambos casos, Richard Rosales defendió "a capa y espada" a su vocalista, según declaró.


En otro aspecto, el guitarrista repasó su carrera artística. Y recordó su acercamiento a la música, en el barrio de Villa Fiorito, partido de Lomas de Zamora, donde se crió. 

"Somos una familia de 4 hermanos. Ellos hacían la secundaria en Valentín Alsina y la cumbia no llegaba ahí. Yo tomé la influencia de mis hermanos mayores. Ellos aportaron la cuota de rock and roll en mi sangre".

Fue en el sur de la provincia de Buenos Aires donde lo conoció a Mauro Piñeyro, actual manager y representante de Ráfaga.

"Nos conocimos porque se había formado una banda de cumbia y me vinieron a buscar. Yo tenía 16 años, era muy pichón. Fui a hinchar las bolas. Mi dieron un casette para sacar unos covers de Habana Combo. La prueba se hizo en el barrio de Mauro, cerca del Puente La Noria. Ahí sí se escuchaba mucha cumbia".

"Mauro tenía un grupo y se había quedado sin guitarrista. Teníamos la misma edad y su grupo estaba muy equipado".

"No era lucrativo. La verdad es que no había un mango. Lo tomábamos como una diversión, pero a la vez íbamos aprendiendo".


En medio del show de Ráfaga en el teatro Ópera, el guitarrista Richar Rosales realizó un solo de guitarra. Detrás, una pantalla emitió imágenes de sus comienzos en la música.


Además, Richard memoró la banda de rock que formó en 1995, junto a Piñeyro, titulada Alternativa. Y cómo se arreglaba para estudiar, trabajar y tocar la viola.  

"No había dinero para ir a un profesor. Sacaba los temas como podía. Y un día escuché la guitarra de Ritchie Blackmore, de Deep Purple. Me gustó mucho. Y pensamos en hacer un tributo a la banda. Esto le encantó a Mauro. Entonces, buscamos un cantante que mas o menos supiera inglés o le pegara a la fonética".

"Vivíamos en un país donde no había laburo. Yo creo que si hubiese tenido la posibilidad de poder estudiar y aguantarme la facultad con un trabajo, no hubiese sido músico. Yo lo había tomado como un hobby. Nunca pensé en ganarme la vida con la música".

"Yo soy técnico electromecánico. Y quería seguir la carrera de ingeniería eléctrica. Pero no pude solventarla. Terminé trabajando de peón de albañil. Con ese dinero me compré mi primer amplificador".


La portada de Soplando fuerte, el primer material de Ráfaga, lanzado en 1996. "Ya estaba grabado. Yo no participé", contó el guitarrista, Richard Rosales. 


Rosales, también, evocó su llegada a Ráfaga, en 1996. Ese año fue el lanzamiento del primer disco: Soplando fuerte. 

"Cuando Ariel Puchetta nos vino a buscar, porque hacían falta músicos, nos contó que Antonio Ríos y su tecladista, Marcos Bustamante, estaban armando un grupo. Y que él había quedado como cantante. Ya había un guitarrista, pero querían que fuese yo. Al principio, me negué. Pero a la tercera vez que me lo propuso, acepté".

"Fue duro porque venía tocando rock and roll y el público apreciaba todo: al cantante, el baterista, las destrezas del guitarrista. Y cuando pasé a la cumbia, no importaba lo que hacíamos los músicos. Sentía un poco de injusticia. No se apreciaba el arte de la música. Todo era un gran negocio y yo sufría. Me costó mucho aceptarlo".

"El primer disco de Ráfaga ya estaba grabado. Yo no participé".

"En cambio, cuando salió Sobrevolando América, el segundo material, Marcos Bustamante y Antonio Ríos me dejaron participar con mi guitarra. Por eso el cambio musical que hay entre un disco y el otro".

"El tema Dónde andarás no tenía guitarra. Marcos me dijo: "Esta es la intro. Fijate qué se te ocurre". Estábamos en el estudio. Y salió lo que está grabado". 


Otro momento en medio del show de Ráfaga en el teatro Ópera. Richard Rosales se divierte y canta junto a Ariel Puchetta, el vocalista que regresó.


Por último, Richard destacó los sucesos y hechos insólitos que vivió en sus 22 años con Ráfaga.

"Jamás pensé en salir de mi provincia. Y de repente estaba sentado arriba de un avión. Nunca imaginé que iba a volar".

"Uno de los primeros viajes fue a Miami. Jamás había pensado estar en Estados Unidos. Cuando volvimos, se me partió la cabeza. Me di cuenta de un montón de cosas. Viajar te hace ver en donde estás parado. El árbol no te deja ver el bosque. Y la gente, quizás, no tiene más proyecciones que en el entorno en el que vive. Cuando, en realidad, tiene un abanico de posibilidades".

"Después vino nuestro primer viaje a Europa. Llegamos a Islas Canarias, en España, y la gente nos conocía. Era increíble. Se acumuló gente en una tienda y la seguridad nos llevó a que firmáramos discos. No estaba preparado. Fue algo espontáneo". 

"En Rumania teníamos un traductor arriba del escenario. Sergio Aranda hablaba, esperaba, y el traductor se lo decía a la gente. El público explotaba como si fuéramos los Rolling Stones".

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del viernes 3 de agosto de 2018.

"LO PRIMORDIAL ES CONFIAR EN UNO MISMO"

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Santiago Dadone es uno de los tres vocalistas que posee Banda XXI. Y reveló los consejos que le dio a Fabricio Ortíz, el último cantante en sumarse al conjunto. "Lo primero que le dije es que por algo lo habían elegido", expresó, en conversación con Cumbia de la Pura. 




El año pasado, la agrupación lanzó un castingpara incorporar una nueva voz, ante el alejamiento del cubano Yuthiel Pérez Mondeja. Y el elegido fue Fabricio "Pupi" Ortíz, un mendocino de 22 años, que había cantado folclore y participado de algunos realities televisivos.

Ante el ingreso, Dadone dio su bienvenida y algunos consejos.

"Lo primordial es confiar en uno mismo. Es lo que primero le dije: que por algo lo habían elegido. También hay que tener autocrítica. Es fundamental para progresar saber cuáles son los límites que uno tiene. Además, hay que estar tranquilo y disfrutar", opinó. 

Y expuso algunas advertencias

"Hay que tener cuidado. Al ingresar a una banda así, uno puede llegar a marearse con algunas cosas. Es muy fácil morder la banquina", sentenció.


La formación actual de Banda XXI está integrada por Luis "Lucho" Castro, Fabricio "Pupi" Ortíz y Santiago Dadone. Eldoce.tv.


En 2018, Dadone cumplió 5 años como vocalista de Banda XXI. El artista se había sumado en septiembre de 2013, en reemplazo del cantante Marcos Gómez.

Al celebrar el quinquenio, hizo su análisis. 

"El balance es positivo. Me considero un loco que ve el lado bueno de cualquier experiencia. Lo primordial es que puedo vivir de lo que amo y llevar una monedita a mi casa. Eso es fundamental. Gracias a la banda he conocido gran parte de la Argentina", consideró.

Dadone, al igual que la Banda XXI, es oriundo de Río IV, en la provincia de Córdoba. Y contó que la exposición artística no modificó sus hábitos en la ciudad.

"No me considero un divo. Salgo a correr en cuero y con las zapatillas rotas. No soy de ocultarme, cuidarme o ir a lugares donde no hay gente. Lo disfruto mucho. La gente que te pide una foto te quiere o te admira. Hay que darle un poquito de alegría", se sinceró.

En este 2019, la agrupación celebra 20 años de trayectoria. Y planea grandes movimientos.

"Hay muchos proyectos, pero no se pueden decir. Hay cosas internacionales. Pero hasta que no se den, no podemos hablar. Va a ser un año hermoso. Hay mucha gente que quiere que la banda siga progresando. Mas allá de lo económico, tenemos desafíos artísticos. Va a haber sorpresas", adelantó Dadone.

Y señaló el lanzamiento de un nuevo material.

"Se viene un nuevo disco y va a ser muy especial. No va a ser uno más", anticipó.

Al respecto, Banda XXI ha lanzado algunos adelantos. Por un lado, la canción Lobo y luna, una cumbia compuesta por Carlos Pasotti, con la voz de Dadone. También, No tengo plata, un merenteto con la voz de Ortíz. Y Tu falta de querer, una melodía registrada en vivo en el teatro Gran Rex, junto a Johana Rodríguez, vocalista de Viru Kumbierón.


Una imagen del nuevo videoclip de Banda XXI, lanzado a principios de este año con el tema No tengo plata. A la izquierda se lo ve a Santiago Dadone, vestido como un jardinero.


Dadone comenzó su carrera a los 19 años, en el grupo G-Latina, de Jorge Maidana, ex director musical de Pocho La Pantera.

El actual cantante se dedicaba al deporte. Y en medio de un festejo, se perfiló como artista.

"Venía del palo del fútbol. Me echaron de un club de Río IV que jugaba en primera. Cambié de equipo y a fin de año se hizo una fiesta donde estaba G-Latina. Y estaban buscando a un vocalista que hiciera la parte tropical. Yo me subí a cantar, medio entrado en copas. Y al tiempito me llamaron. Ahí aprendí lo que es el ABC de todo esto".

"Éramos tres personas, armábamos y desarmábamos. Nos cacheteábamos en la ruta para no dormirnos. Conocí este laburo bien de abajo. Fue una experiencia hermosa. Mi presente se lo debo a esa agrupación, por haberme formado", agradeció.

Dadone trabajó durante 8 años en G-Latina. Hasta que en 2008 pasó a La Rhumba. Sin embargo, una grave enfermedad de su papá lo obligó a alejarse.

"Fue mi primera posibilidad de grabar algo. Después de cuatro años, a mi viejo le descubrieron cáncer. Y dejé la banda para dedicarme pura y exclusivamente a cuidarlo. Falleció en noviembre de 2012", lamentó.


Santiago Dadone conoció al fallecido Walter Romero en el grupo La Rhumba. "Era una persona que se debatía entre el cielo y el infierno", reveló.


En La Rhumba, conoció a Walter Romero, uno de los primeros cantantes de Banda XXI. El último lunes, se cumplieron 2 años de su trágico fallecimiento.

"Siempre van a estar con nosotros la música y la alegría, que brindaba arriba del escenario. Era el más completo; transmitía algo muy especial. Sobre lo personal, a mí no me gusta opinar. Por más que lo conocía, y sabía que tenía algunos problemas y enfermedades, había que estar en su piel. Era una persona que se debatía entre el cielo y el infierno. No aguantó más. Y al irse nos dejó un legado hermoso", expuso Dadone.

El vocalista volvió a la música en 2013 y se sumó a El Resto, la banda formada por Martín Ricca. Hasta que fue convocado por Banda XXI y su vida cambió para siempre. 


Un flyer de publicidad de los shows que realiza Santiago Dadone en un canto bar de la ciudad de Río IV. "Acá me encuentro con amigos que no veo hace mucho", contó.


En la actualidad, fuera de su rutina laboral, Dadone canta algunas noches en TIK, un canto bar de Río IV, a modo de hobbie.

"Amo cantar. Acá me encuentro con amigos que no veo hace mucho. Con mí mujer también; y le canto a ella. Me gusta el lugar", apreció.

También se expresa artísticamente en su canal de Youtube, lanzado junto a Ala Records y Massivo Studio.

"Es algo con amigos. En la música, lo más lindo es mirar al costado del escenario y ver a la gente que querés. La idea es ir subiendo temas propios y mostrarle otra cosa a la gente", contó.

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 15 de diciembre de 2018.

"CONTAGIO FUE MI GRADUACIÓN"

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Carlos Marcos, histórico vocalista del grupo Contagio, regresó a la movida tropical y repasó su carrera artística. Su conjunto formó el último eslabón de La Guerra de Los Colores, junto a Green, Red y Blue. "Fueron los mejores años que viví en la música", declaró, en conversación con Cumbia de la Pura. 



La primera exposición de Marcos en el mundo musical se produjo en 1990, cuando participó del programa televisivo Si lo sabe, cante, donde entonó un tango.

Sin embargo, su debut profesional llegó en 1992, cuando se incorporó al grupo Volcán.

"Fueron mis primeros pasos, gracias a una gran persona, productor y representante, como fue Roberto Fontana. Mis inicios en pisar un escenario, visitar una provincia, tener contacto con la gente, salir en televisión. Yo tenía 17 años. Era una cosa de locos. Me sirvió como plataforma para ir avanzando y creciendo. Volcán fue mi escuela", valoró.

Marcos formó parte de la agrupación liderada por Roberto Edgar hasta 1995, cuando se alejó en busca de nuevos desafíos. 


El disco del grupo Fachada, editado en 1996. A la izquierda, con una camisa a cuadros y un chaleco negro, se lo ve al vocalista Carlos Marcos.


Un año más tarde, se incorporó al grupo Fachada, donde difundió el disco titulado Sin una moneda.

En 1997, el conjunto modificó su nombre y empezó a llamarse Flechada. Pese al cambio, Marcos continuó en el proyecto.

Hasta que, ese mismo año, lo convocaron para cantar en Efecto Dominó, una banda de cachaca. Allí compartió el escenario con Martín Gallo, quien luego se transformaría en líder de Media Naranja.

No obstante, su reconocimiento en la movida tropical llegó en 1998, cuando Marcos acudió a un casting. Se trataba de una prueba que Adrián Marcelo "Chelo" Torres, líder del Grupo Green, realizaba en su casa de Villa Caraza.  

"Cuando llegamos había una cola de trescientas personas. Y después de casi dos horas, me tocó pasar. Chelo me reconoció y dijo: "Vos estuviste en Volcán". E hicimos una pasada de canciones. Luego, me senté a esperar. A la vez, seguía llegando gente. Yo miraba a todos. Y cuando pasó el último, Chelo cerró la puerta y dijo que había quedado. Me pasó los temas y a la semana estaba grabando. Así fue el comienzo de Contagio", relató.

Al comenzar la grabación, la banda no tenía un título definido. Entonces, Chelo recordó una anécdota: durante una gira por el sur argentino, el baterista de Green contrajo un virus y fue hospitalizado. Y en cada visita, a modo de broma, sus amigos le decían que debía formar un conjunto llamado "Fabian y su grupo Contagio".

Ese recuerdo inspiró el nombre de la nueva producción. Y también su apodo: el virus tropical.


La primera placa de Contagio, con la voz de Carlos Marcos. El gran desafío fue editado en 1998 a través del sello Leader Music.


Con esa impronta lanzó su primera placa, en 1998, titulada El gran desafío. Y al año siguiente, El desafío continúa, su segundo material.

El éxito generó que la banda fuera incluida en La Guerra de Los Colores II, un disco enganchado y remixado.

"Contagio no iba a formar parte. Iban a ser Red, Green y Blue. Pero a Chelo le pareció desacertado dejar afuera a uno de los grupos que había formado. Así, sin más, me pusieron el color amarillo".

De esta manera, el conjunto comenzó a identificarse con una tonalidad. Y a ser la única producción, nacida en Villa Caraza, sin un nombre en inglés

"Yellow ya existía", justificó Marcos. "La combinación era verde, rojo, azul y amarillo", agregó.


La Guerra de Los Colores II, un compilado remixado que incluía a Green, Red, Blue y Contagio, fue la excusa para identificar a la banda de Carlos Marcos con el color amarillo.


Para el artista "fueron los mejores años" que vivió en la música.

"Han pasado 18 años y la gente me sigue recordando. Contagio fue mi graduación. Fue la plataforma definitiva para que pegue el salto y me haga un lugar en la gran historia de la movida tropical", confesó.

Sin embargo, pese al éxito, Chelo desarmó el conjunto en 2000. La historia tuvo un final abrupto, luego de dos años de trabajo.

Marcos nunca tuvo una explicación oficial sobre la decisión. 

"Nadie me dijo nada. Creo que mucho tuvo que ver el surgimiento de la cumbia villera, que acaparó bastante el mercado. El trabajo ya no era tanto como en su momento. Y calculo que mantener la banda generaba gastos. Yo tengo otros rumores. Pero quiero creer que fue así. Es más elegante", deslizó.

El vocalista no quiso hacer hincapié en esas versiones que llegaron a sus oídos. No obstante, significó un hecho doloroso para él.

"Fue duro que no continuara Contagio. Tenía mucha confianza en el grupo. Pero las cosas por algo pasan. Igualmente, estoy muy agradecido con Chelo, su familia y toda la gente de Caraza. Ahí conseguí lo que no había logrado en ninguno de los grupos que estuve", valoró.

"Y muchos se amargan cuando les cuento que Contagio no va a volver. Me piden que regrese. Pero hay un montón de cosas que lo hacen imposible", sentenció.


Carlos Marcos, ex vocalista de Contagio, no deja lugar a los rumores y se maneja con su propia verdad. Por eso posa con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa auténtico.


A partir de 2002, el cantante inició un trabajo como solista y se desempeñó en bares, restaurantes y fiestas privadas. Bajo el nombre de Carlos Marcos Show, empuñó un repertorio de pop, latino, melódico, tango, cumbia y boleros.

Marcos permaneció ligado a la música en un trabajo silencioso. De esta manera, se alejó de los medios de comunicación por muchos años. 

Hasta el año pasado, cuando decidió regresar a la movida tropical.

"Me hicieron una propuesta interesante. Es un paso muy importante. Me siento muy respaldado", adelantó.




Carlos Marcos se lanzó con su nombre y apellido. Y también con un slogan: La historia continúa.

A través de las redes sociales ha lanzado dos canciones de difusión. Son nuevas versiones de Paisaje, del italiano Franco Simone, y Porqué razón, uno de sus grandes éxitos en Contagio.

Una nueva etapa para un artista que apuesta ahora por la cumbia norteña.

Escuchá la nota completa acá: 



La entrevista fue realizada en la tarde del 13 de junio de 2018 y emitida al aire el 13 de julio del 
mismo año.

"MI PAPÁ ERA COMO UN NIÑO"

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Romina Olivares es hija de Omar "Tachuela" Olivares, histórico vocalista de Los Cartageneros de Santa Fe. Y en conversación con Cumbia de la Pura, repasó varios puntos de la vida de su papá: los juegos en su infancia, sus dotes como intérprete y los momentos previos a su muerte. El retrato de un emblema de la movida tropical. 



La entrevistada calificó a Tachuela como a "un gran padre".

"Jugábamos muchísimo. Eramos muy pegados, muy consentido conmigo. Era como un niño", expresó.

"Y cuando íbamos al cine, le decía a mi mamá que veíamos dibujitos animados. Pero en realidad, sacaba entradas para las películas de Bruce Lee. Era todo un personaje", memoró.

Romina recordó que su madre le había prohibido a Tachuela reunirse con sus amigos. Y que su padre salía con ella como excusa.

"Mi mamá no lo dejaba salir a las peñas. Entonces él me llevaba", observó. 


Un recuerdo del álbum familiar. Romina Olivares, de saco gris fantasía, se abraza a su padre, Omar, más conocido como "Tachuela". Facebook.


En el plano artístico, Olivares recordó la primera experiencia de su papá, quien comenzó a cantar en la adolescencia.

"Su primer grupo fue La Harlem Jazz. Tenía 15 años y ya era vocalista de un grupo grandísimo", señaló.

Tachuela también fue imitador de Sandro y Germaín De La Fuente, vocalista de Los Ángeles Negros. Un valor que le generó el reconocimiento en la ciudad de Santa Fe.

"Era muy bueno en la interpretación. Muy completo. Verlo cantar era muy emocionante. Tenía una voz muy grave cuando imitaba a Sandro", opinó Romina.

"Tenía mucha empatía con la gente", destacó.


Una portada de uno de los tantos discos de Los Cartageneros, editados en los años ´80 y ´90. En el medio, de camisa negra y dorada, se lo ve a Tachuela Olivares. Dame lo que me gusta fue editado a través del sello Magenta.


Hasta que, en 1987, Tachuela se transformó en el vocalista de Los Cartageneros, la banda creada por el acordeonista Tomás Gómez. Un traspaso fuerte para el clan Olivares. 

"Fue un cambio total en toda la familia. Tuvimos otra calidad de vida. Viajábamos constantemente. Era difícil lidiar con eso", confesó Romina.

La banda provocó una explosión en la Capital Federal. Al punto que sus integrantes debían entrar a los bailes dentro de un bafle, para que el público no se abalanzara sobre ellos.

"En Buenos Aires eran muy famosos. Los entraban metidos en cajas. Era rarísimo para nosotros. Íbamos de un canal a otro, constantemente. A programas como los de Mirtha Legrand, Xuxa o Marcelo Tinelli. Era fuerte", recordó.

Sin embargo, en 1992, se produjo un hecho, aún indeterminado. El suicidio de la pareja de Tachuela, la madre de Romina, quien actuaba como puntera política en Santa Fe.

"Hay puntos muy oscuros en la muerte de mi mamá. Quedó todo en manos de la Justicia. Yo tenía 15 años y ella se disparó", reveló.




En consonancia con la tragedia, el éxito artístico de Tachuela se vio empañado

"Eso lo marcó. Fue un antes y un después. No pudo superarlo. Era su compañera, pero actuaba como su hermana y su madre. Le afectó muchísimo y cambió su vida para siempre", sentenció su hija.

La fatalidad provocó su alejamiento del seno familiar.

"Papá se apartó porque no lo pudo superar. Nosotros quedamos con mi abuela. Él venía a vernos a veces. Después formó otra familia en Bahía Blanca. Ahí tengo otro hermano; el más chicos de todos", contó Olivares.

Sumido en una profunda angustia, Tachuela dejó de preocuparse por su salud. Y abandonó su tratamiento contra la diabetes.

"Lo veíamos de vez en cuando. Cada vez más flaquito, más deteriorado, más consumido por su enfermedad. Era insulino dependiente. No se cuidaba mucho. Eso lo llevó al fallecimiento", explicó su hija.

"En la diabetes hay que tener una dieta especial, tomar la medicación, inyectarse insulina y no beber alcohol. Todo eso no sucedió".

En una entrevista anterior, realizada por Cumbia de la Pura, el músico Horacio "Colo" Córdoba, ex trompetista de Los Cartageneros, se había refirió a la muerte de Tachuela. Y dijo que era "un bohemio" al que "le gustaban todas las jodas".

En esa misma línea se expresó Romina.

"Era muy de los asados. Creía mucho en sus amigos. Pero hubo gente que lo rodeó y le sacó cosas materiales. Los famosos amigos del campeón", sentenció.

"La gente que tenía alrededor no lo cuidaba. Y él estaba muy lejos nuestro; vivía en Bahía Blanca. Mientras que yo, en Córdoba, y mi hermano, en Rosario. Igual estuvimos con él hasta el día de su muerte".


Otro momento en la historia de Romina Olivares junto a su papá, Tachuela.  Una imagen extraída de las redes sociales. Facebook.


El deceso de Tachuela se produjo el 16 de mayo de 2010, en un hospital ubicado en el partido de Malvinas Argentinas, provincia de Buenos Aires.

"Fue muy triste, y muy loco, porque cuando llegamos se mejoró. Así que lo trasladaron a una sala común. Y cuando volvíamos a Santa Fe para buscar ropa y quedarnos a dormir con él, nos avisaron que había fallecido", evocó Romina.

La charla se produjo a los pocos días de cumplirse 8 años sin su padre. Lo que le llevó a opinar sobre Darío Meriles, familiar directo y vocalista de La Lola

"Somos primos hermanos. Tiene una voz muy parecida a la de mi papá. Le veo un gran futuro", proyectó.

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La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del viernes 18 de mayo de 2018.

"EN ARGENTINA PATENTAMOS A LOS MIRLOS DEL PERÚ"

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Raúl Pastor, histórico vocalista de Los Mirlos, contradijo a Jorge Rodríguez Grández, creador de la agrupación. Y dijo que fue el propio artista quién le cedió la marca para que trabajara en nuestro país. "Nos dijo que no iba a molestarnos", expresó, en conversación con Cumbia de la Pura.



El intérprete heredó el oficio de su padre, que cantaba tangos. Y en las fiestas cívicas de su escuela, durante la primaria, comenzó a cantar boleros y baladas.

A los 12 años, Pastor debutó en su primer conjunto tropical: El Son Satánico. Allí comenzó su carrera, que lo llevó a desempeñarse en diversos grupos como Samoa 77, El Cuarteto Continental, El Cuarteto Universal y varias orquestas de salsa.

Hasta que en 1985 fue convocado por Los Mirlos, la agrupación liderada por Jorge Rodríguez Grandez, que se preparaba para realizar una nueva gira por nuestro país.   

"Los muchachos me hablaron para que viniera con ellos. Porque no tenían un cantante estable. Así fue cómo vine a la Argentina. Entramos por la provincia de Jujuy", recordó Pastor. 

La banda había sido contratada para animar los carnavales del Norte argentino, junto a Los Continentales, de Francisco "Pancho" Acosta. La gira fue un furor.

"Sonábamos por todos lados. Nosotros nos regresamos a Perú y Los Continentales se quedaron a vivir acá. Pasó un año y sentimos que nuestra música se estaba escuchando mucho en Argentina", detalló.


Una postal de Los Mirlos, en un aeropuerto, a punto de iniciar una gira internacional. En el medio, vestido con un traje, se lo ve a Jorge Rodríguez Grández, líder del conjunto. A la derecha, con una camisa algo abierta, se observa al vocalista Raúl Pastor. Así llegaron los músicos peruanos a la Argentina. Archivo.


El viaje fue bisagra en la historia de Los Mirlos. La decisión de sus colegas, de radicarse en territorio argentino, provocó un punto de inflexión. Y la idea del exilio comenzó a tomar forma entre los músicos.

En consecuencia, en el verano de 1986, en otra gira por las provincias de Salta y Jujuy, se produjo la migración

"Después de los carnavales, decidimos que nos íbamos a quedar. Acá se ganaba en dólares y allá en soles. Nos convenía económicamente. En esa época, el dólar estaba a 85 centavos de Austral", memoró Pastor, en referencia a los distintos tipos de cambio monetario.

"Todos vinimos con esa idea. Pero cuando estábamos acá, Jorge Rodríguez Grandez arrugó y no se quiso quedar. Tampoco el guitarrista. Y se regresaron a Perú. El resto de Los Mirlos nos quedamos acá".

Los músicos que decideron instalarse, además del vocalista, fueron Gilberto Reátegui, Juan Alarcón, Carlos Vázquez y Hugo Jáuregui

La decisión obligó a una charla profunda.

"Jorge dijo: "Yo no los voy a molestar, me voy". Habló con Gilberto, que era el más antiguo. "Tú no nos molestes a nosotros y no te vamos a molestar a tí. Vamos a trabajar como Los Mirlos de acá". Así acordaron ellos. Entonces nos quedamos y seguimos trabajando", explicó Pastor.


Raúl Pastor es un artista que migró a la Argentina e instaló el sonido de la selva peruana. Por eso posa con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa multicultural.


De esta manera, Los Mirlos se desdoblaron. Una agrupación, radicada en Lima, trabajaba en Perú. Mientras que la otra se desempeñaba en la Argentina, con sede en la ciudad de Buenos Aires.  

En este contexto, con la intención de formalizar el producto, los músicos registraron el nombre de la agrupación. El 21 de octubre de 1992 iniciaron el trámite ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial. Y el 28 de febrero de 1994 recibieron la potestad para utilizar la marca, según consta en el expediente.   

"En Perú estaba registrado como Los Mirlos de Jorge Rodríguez Grández. Acá, entre los cinco músicos, lo patentamos como Los Mirlos del Perú", aclaró Pastor.

"Esto lo manejaba Gilberto; él tenía todos los papeles y hacía los trámites. Si no fuese así, no podríamos haber grabado en ninguna disquera. Porque el requisito indispensable es tener el título del nombre. Y grabamos para Magenta y MyM", puntualizó.

Estas declaraciones son una respuesta a los dichos de Rodríguez Grández, quien negó enfáticamente estos hechos.

"Acá nosotros grabamos Vivencias, Pídeme la luna y La revancha. Un montón de temas que fueron goles. Él lo sabía y ha cerrado la boca, porque sabía que no podía hacer nada. Además, los temas los hacían sus propios músicos en Lima", disparó Pastor.

En consecuencia, por muchos años, el cantante y sus compañeros trabajaron en todo el país, bajo el nombre de Los Mirlos del Perú. Y el sonido amazónico se transformó en una marca registrada.


La portada de unos de los discos más emblemáticos de Los Mirlos del Perú, lanzado en 1993 a través del sello Magenta. "Pídeme la luna", es un clásico en la historia de la movida tropical argentina.


Hasta que la muerte de uno de los músicos, y el descuido burocrático, volvió a modificar la situación legal.

Ocurre que el registro de marca venció en 2004. Y ninguno de los músicos que habían hecho el trámite, una década atrás, se acercó a renovarla.

De esta manera, en 2009, el fundador original observó la situación y voló a Argentina. Y se aseguró un nuevo título: "Los Mirlos de Jorge Rodríguez Grández".

Esta circunstancia fue descubierta por Pastor recién en noviembre de 2010, cuando se produjo el fallecimiento de su compañero Gilberto Reátegui.

"Como él manejaba el papeleo, yo no sabía cuándo se vencía la patente. Y cuando vine a averiguar para poder renovar, me di con la sorpresa de que Jorge había venido desde Lima y había agarrado el nombre", lamentó.


Entre el fuego y los dragones se lo ve a Raúl Pastor en las redes sociales. Hoy se desempeña en la movida tropical bajo el nombre de "Raúl Pastor, el sonido de Los Mirlos". Facebook.


Pese a los cambios, el vocalista continuó trabajando en la movida tropical argentina. En la actualidad, reside en la ciudad de San Salvador de Jujuy, donde comenzó la historia.

"Ahora trabajo como Raúl Pastor, el sonido de Los Mirlos", aseguró.

"Conservo la esencia de la música que hacíamos antes. Es así como sigo trabajando hasta ahora. Es lo que pide el público", confirmó.

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La entrevista fue realizada en octubre de 2016 y emitida al aire en la tarde del sábado 5 de noviembre del mismo año.

"EN SAN JUAN NO PODÍAMOS HACER MÁS"

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Alejandro Flores, baterista y representante de Omega, la banda de cuarteto de la zona de Cuyo, contó el motivo de su exilio en la provincia de Córdoba. "No nos fuimos de agrandados. Nos fuimos para seguir creciendo", explicó, en conversación con Cumbia de la Pura. 




Ocurre que la banda, nacida en la ciudad de San Juan, decidió afincarse en Córdoba. Una iniciativa llevada a cabo con la intención de expandirse.

"Fue una decisión muy difícil. Pero estamos convencidos de que el grupo gusta y va a funcionar", deseó.

Quizás por eso, su último disco, lanzado en 2018, se titula Llegamos para quedarnos.


#LlegamosParaQuedarnos es el último disco lanzado por Omega, la banda de cuarteto nacida en San Juan, que se instaló en la provincia de Córdoba.


La conquista de nuevos mercados fue el factor que impulsó la apuesta.

"Sabíamos que en San Juan no se podía hacer más, porque es una provincia chica. En cambio, en lugares como Buenos Aires o Córdoba se puede crecer; es una locura, no tiene techo", comparó Flores.

El músico consideró que debían ampliar el territorio. Y que el público acompañó la decisión. 

"Eso lo entendió la gente. No nos fuimos de agrandados. Nos fuimos para seguir creciendo".

"En San Juan hicimos un show despedida; tocamos tres horas y no paramos de llorar. Todos creían que no volvíamos más. Pero una vez por mes vamos a actuar, con los bailes llenos", detalló el artista.




Omega es un conjunto creado en 2010 por los hermanos Alejandro y Hugo Flores. Mientras que el primero se encarga de la percusión y los contratos, el segundo se desempeña como vocalista.

La agrupación, que celebra 10 años de trayectoria, inició su carrera bajo el nombre de Los Fugitivos. Una marca que duró muy poco tiempo.

"Teníamos que registrar el nombre y me vine para Buenos Aires. Pero ya existía. Entonces lo llamé a mi hermano a San Juan. Y me dio tres opciones, entre las que estaba Omega. Nos gustó la palabra; buscábamos que fuese corta y pegadiza", recordó Alejandro.

El título posee un origen griego.

"Leímos en un libro que significa "el principio de algo grande", detalló.


El logotipo de Omega, un término de origen griego. "Leímos en un libro que significa "el principio de algo grande", reveló Alejandro Flores, percusionista de la banda cuartetera.


De esta manera, los hermanos Flores iniciaron un nuevo camino en la música de cuarteto. Y conocieron a Diego Ribba, que en ese momento era tecladista de Trulalá.

"Él nos involucró para hacernos profesionales. Nos dijo que si queríamos grabar un disco a nivel nacional, nos daba la oportunidad en Córdoba", memoró.

En poco tiempo, Ribba se tranformó en asesor de la agrupación.

"Nunca habíamos tenido a alguien que nos dijera qué hacer, con su gusto, visión y experiencia en el género. Nos empezó a guiar con los bailes. Y nos dio la oportunidad de grabar con Ale Ceberio, con Trula, con ADN. Luego grabamos con Yuthiel de Banda XXI", dijo Flores.

Se refiere a los duetos que Omega realizó junto a los cantantes Alejandro Ceberio e Iván Pedraza, ex vocalistas de Trulalá. También, a Voy a beber, la canción grabada junto a Yuthiel Pérez Mondeja, ex voz de la Banda XXI.


Un momento en la grabación del tema Voy a beber, donde Hugo Flores, vocalista de Omega, grabó junto a Yuthiel, exvocalista de Banda XXI. Kuarteto.com


En la última década, el conjunto editó 6 discos.

"Los lanzamos a nivel nacional. Y se empezó a trabajar de manera profesional", detalló Flores.

Un punto alto en la historia de la banda fue la grabación del videoclip de La mariposa, una melodía incluida en el disco Nuestro momento, lanzado en 2016. Para la pieza audiovisual, Omega contó con la actuación de la modelo María del Mar Cuello Molar.


Alejandro Flores, baterista y representante de Omega, junto a Luis Galletti, exvocalista de la banda, posan con la bandera de Cumbia de la Pura y representan el cuarteto cuyano.


Estos movimientos son los que provocaron la simpatía del público cuyano. Al principio, los cuarteteros y cuarteteras, no sentían apego hacia Omega.

"En San Juan, en los primeros años, el público no se convencía. Nosotros armábamos la misma instrumentación y puesta en escena que un grupo como Trulalá. Pero nos costaba. En ese entonces, no teníamos la madurez de ahora y sentíamos un poco de recelo con la gente, que no nos apoyaba".

No obstante, esta relación se modificó con el transcurso de los años.

"Si bien nunca realizamos una crítica, nos taparon la boca. Pasó el tiempo y la gente se acostumbró. Nunca había habido grupos grandes, con vientos, que actuaran toda la noche. Nosotros logramos que la gente vaya al baile, pague la entrada y consuma la música de Omega. Eso fue de a poco", analizó Flores.

"También cambiamos la mentalidad del empresario, que estaba acostumbrado a traer un grupo de Córdoba y que actuara toda la noche. Mientras que a nosotros nos hacían tocar 40 minutos, porque decían que eramos de acá a la vuelta. Y que la gente se aburría. Luchábamos contra todo", puntualizó.

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La entrevista fue realizada en octubre de 2016 y emitida al aire en la tarde del sábado 26 de noviembre del mismo año.

"SUFRÍ VIOLENCIA DE GÉNERO EN MI ADOLESCENCIA"

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Sandra Páez, más conocida como Angie y La Diferencia, reveló el maltrato que padeció por parte de su exnovio. "Era un enfermo", confesó, en conversación con Cumbia de la Pura, donde dio a conocer su militancia en la ONG Macacha Güemes, donde lucha contra la violencia física y psicológica hacia la mujer.



La Organización No Gubernamental, Macacha Güemes, se encuentra ubicada en la localidad de Montegrande, provincia de Buenos Aires. Para acceder, las personas deben dirigirse a la Puerta Histórica de Esteban Echeverría, con domicilio en Nuestras Malvinas 119.

Adriana Tulián es la presidenta de la institución, la cual bautizó con un nombre histórico. 

"Macacha Güemes fue la hermana del caudillo Martín Miguel de Güemes, madrecita de los desprotegidos de Salta. Una luchadora, una mujer aguerrida", expresó.

Se refiere a María Magdalena Dámasa Güemes de Tejada, quien combatió contra los ejércitos realistas entre 1814 y 1825, por la independencia argentina.

Junto a Tulián, en la ONG, trabaja Vanina Almirón, quien se desempeña como psicóloga social. Ambas dieron su testimonio para Cumbia de la Pura.

"Hacíamos muchas tareas sociales y necesitábamos insumos. Entonces armamos la ONG y convocamos a un montón de mujeres. Entre ellas, había varias que sufrían violencia de género. Así que nos dedicamos a ayudarlas".

"La violencia no discrimina. Tenemos casos de todo tipo de edad y clase social. Son mujeres que sufrieron maltrato toda su vida y no sabían dónde pedir ayuda".

La labor de Tulián y Almirón alcanza a la educación media, donde realizan un trabajo territorial.

"Vamos a los colegios secundarios. Damos charlas y talleres para concientizar a los jóvenes a que no lleguen a noviazgos violentos".

"La idea es que los chicos, que son portavoces de la familia, puedan llegar a la casa y decirle a su mamá: "Acá está pasando algo". Esto se llama violencia intrafamiliar; es la que se da en el hogar, un lugar que debería ser de protección. Hay muchas denuncias de padres golpeadores. También hay abusos", afirmaron.


Una imagen grupal de las mujeres que integran la ONG Macacha Güemes, donde se combate violencia física y psicológica.


A ellas se unió Sandra Páez, más conocida como Angie y La Diferencia, quien fue nombrada en 2016 como vicepresidenta de la institución. 

"Es re importante la llegada que puede tener Angie, a las mujeres y los medios. Me siento felíz. Somos un equipo", valoró Tulián.

Páez admitió que se sumó al proyecto impulsada por la mala experiencia que vivió en su adolescencia. La cantante tropical fue víctima de violencia de género.

"Tenía un noviecito chaqueño; muy buen pibe. Hasta una noche en que volvíamos de un boliche y había un pibe sentado en la puerta de mi casa. Yo le dije: "Permiso, buenas noches. ¿Me dejás pasar?". Y cuando entramos, mi novio me dio vuelta la cara de un cachetazo. Me empezó a insultar y quedé helada. No entendía el porqué. Creí que había estado mal, que quizás le había faltado el respeto. Y no era así", relató. 

"Yo seguí con la relación. Pero cada vez fue peor. Una noche me raptó. Me llevó a una casa y me dijo que de ahí no iba a salir. Este pibe pintaba una cosa adelante de todo el mundo. Pero, en realidad, era otra".

"Yo no le quería contar a mi papá. Este pibe hasta me celaba con él. Era un enfermo. Y yo no me daba cuenta que era violencia de género. Me hacía sentir culpable. Creía que estaba bien cuando me decía que no tenía que saludar a la gente o no podía usar pollera. Pude salir, pero me costó un año", confesó.


En la ONG Macacha Güemes se realizan talleres con el fin de concientizar a las mujeres sobre los hechos de violencia intrafamiliar. Aquí algunas muestras del trabajo realizado.


No es la primera vez que la artista se anima a confesar sus crisis. En anterior entrevista con Cumbia de la Pura, la cantante reveló que el exceso de trabajo le provocó serios problemas físicos y psicológicos, los cuales la alejaron del mundo de la bailanta.

Su historia sirve como ejemplo para graficar el nivel de violencia del cual son víctima las mujeres. Estos casos, en gran cantidad de veces, derivan en femicidio.

En Argentina, durante enero y febrero de este año, fueron asesinadas 63 mujeres. En el 49 por ciento de las veces, el agresor fue la pareja actual. Se calcula que una mujer es asesinada cada 23 horas producto de la violencia machista.

Estos datos se desprenden del Registro Nacional de Femicidios 2020, llevado a cabo por el Observatorio "Ahora que sí nos ven". Según los datos aportados por la organización, "en el 66 % de los casos las mujeres fueron víctimas de quienes dijeron amarlas".


Adriana Tulián, Sandra "Angie" Páez y Vanina Almirón son el equipo de la ONG Macacha Güemes que trabaja en la difusión de las problemáticas de género. Por eso posan con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa antipatriarcal.


Para Angie, el hecho de ser cantante significa una oportunidad para difundir la problemática.

"Está bueno. Es constructivo poder difundir a través de una canción. Yo lancé Si no bebes alcohol, que habla de un tipo que le pega a la mujer", recordó.

Su melodía se suma a las expresiones que han lanzado cantantes de la movida tropical, como Ángela Leiva, Marcela El Angel, Karen Britos y Rocío Quiroz, entre otras.

También a las canciones que lanzaron artistas varones, como La Mona Jiménez y Diego Olmos, en cuarteto, y el Grupo Alegría, en cumbia santafesina. 

"Ojalá vuelva la cumbia que transmite cosas buenas. Desde hace años que la cumbia se usó para dar malos ejemplos, como historias de pibes chorros. Todo lo que hable en contra de la violencia de género, para construir, bienvenido sea", deseó Angie.

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La entrevista fue realizada en la tarde del jueves 20 de octubre de 2016 y emitida el sábado 22 del mismo mes y año.

"ME RECHAZARON DE TODOS LADOS"

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Hernán Herrera, vocalista de Santamarta, reveló las dificultades que tuvo al comienzo de su carrera, cuando fue resistido por su estilo musical. "Me decían: Es muy lento lo tuyo", confesó, en conversación con Cumbia de la Pura.





Las declaraciones del cantante, nacido en la provincia de Santiago del Estero, se remontan a los comienzos de la banda, en abril de 1998. Por ese entonces, estaba de moda la cumbia mexicana y colombiana. Y Herrera apostó a un estilo que unía ambos conceptos.

"En ese momento, se escuchaban mucho Los Ángeles Azules y Rayito Colombiano. Pero también Aniceto Molina. Y queríamos hacer una fusión, porque mi voz es más melódica, más similar a lo mexicano. El santiagueño canta también con esa lágrima natural. Y fusionamos lo melódico con una base colombiana", detalló.

"Tuvimos suerte de que nos salió un estilo propio. Es muy difícil encontrarlo", observó.

Sin embargo, la novedad no fue muy bien recibida por las empresas discográficas en las que Herrera presentó su proyecto. Acostumbrados a otros sonidos, los directivos fueron reticentes a contratarlo.

"La pasé bastante mal porque me rechazaron de casi todos lados. Me pedían que haga una onda Tambó Tambó, que estaba pegando en ese momento. Me decían: "Es muy lento lo tuyo", reveló.

Sin embargo, en octubre de ese mismo año, se produjo el milagro que esperaba el cantante.

Sucedió que Herrera, creyente católico, realizó a pie la famosa peregrinación a la Vírgen de Luján, junto a su esposa, Hilda Rabellino. Y entre deseos y plegarias, pidieron que el material de Santamarta fuese aceptado.

"Hicimos todo el camino con la flaca. Hasta ese momento no teníamos ninguna contestación, de ningún lado. Y cuando llegamos a casa, había un mensaje en el teléfono. Era una cita con Rubén López Riant, productor artístico de Leader Music. Decía que había gustado el material y que nos presentemos el lunes", contó.

De esa manera, el artista obtuvo la respuesta esperada.

"El que me aceptó fue Leader", destacó.

Y opinó que el hecho se produjo gracias a "la voluntad que uno pone para que las cosas salgan bien".

En consecuencia, en marzo de 1999 salió al mercado el primer material del conjunto, titulado Corazón pecador, el cual vendió 100 mil copias en solo tres semanas. 

"Hoy es casi imposible vender tantos discos", reflexionó Herrera.

El formato de Santamarta posee una base colombiana, carácteres melódicos de México y sonidos de Argentina. Esta fusión le permitió trabajar en la movida tropical de manera ininterrumpida, pese al surgimiento de la cumbia villera, base, turra y pop, entre otros ritmos.

"Un cantante o grupo musical se tiene que proyectar sabiendo que va a haber nuevas modas. Y si uno tiene un estilo propio, no debe apartarse nunca. Porque así lo aceptó la gente. Hay que convivir con las nuevas modas y morir de pie", puntualizó.


Corazón pecador, primer material de Santamarta, vendió cien mil copias en tres semanas. En la imagen, el vocalista Hernán Herrera posa junto a unos de sus músicos con el disco de platino, recibido por la cantidad de ventas. Facebook.


Los primeros pasos de Hernán en la música popular se dieron en Santiago, bajo la influencia de su padre.

"Mi viejo era cantante. Y en Clodomira cantaba en las plazas, con la guitarra", recordó.

Herrera tenía 15 años cuando se sumó al grupo Juventud.

"Empecé a cantar en una banda que tenía batería, teclado, bajo y guitarra. Era emocionante. Ahí arranqué. Era segunda voz", recordó.

Y al año siguiente, formó su propio conjunto.

"A los 16 formé Alexander, era el líder. Ahí conocí por primera vez un estudio de grabación".


Una postal actual del grupo Santamarta. Al frente, los vocalistas Hernán Herrera e Hilda Rabellino, junto a sus músicos.


No obstante, en paralelo a la música, Herrera estudió para ejercer como maestro de grado. Y a los 21 años comenzó a trabajar en el Desvío La Paloma, una pequeña localidad ubicada a 11 kilómetros del límite con la provincia de Chaco.

"Fue mi primer desempeño como maestro rural y mi primer contacto con los chicos, de una pobreza bastante grande. La pasé muy lindo. Me encantó enseñarles a sumar, restar, tocar la guitarra, cantar. Era personal único. Eso significa que hay un solo maestro, para 20 alumnos, que enseña todos los grados", explicó.

"En la parte social, logré muchísimas cosas. El pueblito es muy pobre y está rodeado de miles de hectáreas con cabezas de ganado y sembradíos de algodón. Y les pedía colaboración a los dueños, que eran franceses y alemanes. Les pedía dos o tres vaquillonas para armar campeonatos y juntar dinero. Así pudimos comprar todas las cosas para la escuela, como lámparas de luz, una heladera y una cocina. De todo un poco".

Las dificultades que debía atravesar Herrera, como maestro y director del colegio, también debían enfrentarlas sus alumnos.

"Había que pasar por un puente colgante, que estaba a siete metros por encima del río. Se cruzaba con las maderas rotas y cincuenta grados de calor. Los chicos hacen ese esfuerzo por aprender", valoró.


Hilda Rabellino y Hernán Herrera, pareja y cantantes de Santamarta, apuestan a un estilo propio, por encima de las nuevas modas. Por eso posan con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa único.


En otro orden de cosas, el vocalista se refirió a la relación que tiene con su pareja, Hilda, quien además de ser su compañía, se desempeña como segunda voz de Santamarta.

"Como en toda convivencia, a veces es fácil, a veces difícil. Estamos juntos hace 25 años, todo el día, tanto en la casa como en el armado de las canciones, en los ensayos, viajes, el escenario. No es fácil", expresó.


La empresa Leader Music lanzó en 1999 el disco Guerra de Acordeones, con canciones de Santamarta, Montecristo, Huepa, Onda Sabanera y Los Palmeras. Fue uno de los grandes momentos que los vocalistas Hernán Herrera y Martín Meza compartieron en vida.


Por último, se refirió a Martín Meza, cantante de Montecristo, quien falleció en agosto de 2018, a causa de sus excesos. Ambos vocalistas habían lanzado juntos sus primeros discos, por la misma compañía discográfica, en el mismo año. En consecuencia, se habían hecho muy amigos.

"Sentí mucha tristeza. Siempre que nos veíamos nos dábamos un abrazo grande y conversábamos bastante. Ultimamante, Martín estaba dominado por el alcohol. Hubo muchas veces que lo vi mal. Siempre traté de aconsejarlo como amigo. Yo veía que no podía zafar. No me sorprendió tanto su muerte porque tuvo varios episodios donde se salvó. Tenía que llevar una vida más sana y no hizo caso. Vivió como quiso y murió en su ley", analizó.

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 6 de octubre de 2018.

"VIRGILIO AMARILLA NOS ESTÁ HACIENDO DAÑO"

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Lorenzo "Chacho" Rueda López, vocalista del Grupo Yoga, de la ciudad de Tarija, Bolivia, se refirió a las acciones legales contra Virgilio Amarilla, excantante de la banda. "Hemos empezado una querella formal", advirtió el artista, en conversación con Cumbia de la Pura.




Amarilla se había sumado a la banda a fines de la década del ´90. Y puso su voz para el primer material discográfico, grabado en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, y lanzado en 1999.

En poco tiempo, el vocalista se transformó en la referencia visual de Yoga. Y su popularidad comenzó a crecer, al mismo ritmo con que interpretaba Primer amor y Te arrepentirás, entre otras canciones.


La portada del primer material discográfico del Grupo Yoga, con canciones como Te arrepentirás y Primer Amor. Junto a los hermanos Mario, Humberto y Lorenzo Rueda se encuentra el vocalista Virgilio Amarilla.


No obstante, en 2003 abandonó la formación.

"Decidió retirarse del grupo por su propia cuenta. Él ya tenía sus planes de ser solista, como todo cantante que sigue sus sueños. Pero no a todos les va igual", contó Rueda.

Amarilla formó su propio conjunto y salió a los escenarios con el mismo repertorio. Incluso llegó a realizar espectáculos fuera de Bolivia. Pero nunca pudo afianzarse detrás de una nueva marca.

"Él ha armado varios grupos que no le han resultado. Primero armó uno que se llamaba Pasión y estuvo tocando por el Perú. Después, otro que se llamaba Sin nombre. Y así cambió varias veces", explicó Rueda.


El cantante Virgilio Amarilla abre sus brazos hacia la polémica. "Nos está haciendo bastante daño", declaró el vocalista Lorenzo Rueda. full-ritmo.com


La falta de un título vendible provocó que en 2014, comenzara a vender sus shows con el nombre de Yoga. Y a utilizar el mismo logo que la banda original. Una decisión que desató el conflicto con sus excompañeros de trabajo.

Para Rueda no hay ninguna relación contractual que justifique la acción.

"Él nunca ha sido dueño o socio del Grupo Yoga. Él era el cantante; nada más", sentenció.

Y anunció el comienzo de acciones legales contra Amarilla.

"Hemos empezado una querella formal, aquí en Bolivia. Estamos en un proceso serio contra esta persona que nos está haciendo bastante daño. Está todo en manos de la Justicia", afirmó.

En efecto, el 20 de julio de 2016, Lorenzo Rueda, junto a sus hermanos Mario y Humberto, realizó una denuncia ante la Fiscalía Departamental de Tarija, a cargo de Carlos Andres Oblitas Álvarez.

Según figura en el expediente, al que tuvo acceso Cumbia de la Pura, la querella solicitó que se impute a Virgilio Alcides Amarilla, su esposa Laura Villarroel y su hermano, Rubén Darío Amarilla, por diferentes transgresiones.  

Se los acusa de los "Delitos contra la Propiedad Intelectual", "Violación de Privilegio de Invención, Apropiación Indebida", "Abuso de Confianza y su Agravante en caso de Víctimas Múltiples".

Estas figuras jurídicas se sustentan en los antecedentes que expone la familia Rueda en la denuncia. Los músicos aseguran que Amarilla utiliza el nombre de Yoga para vender sus shows, que afirma ante los medios ser "el verdadero dueño del grupo" y que realiza plagio de su música.

Pero también lo acusan "por el delito de Amenazas, Art. 293 del Código Penal"

"Hemos recibido amenazas de muerte de parte del denunciado, su esposa SRA LAURA VILLARROEL y su hermano SR. RUBEN DARIO AMARILLA, quienes decían que si seguimos molestando y reclamando nos matarán como a perros y nosotros tenemos miedo que nos pase algo, tenemos familia, somos personas humildes del campo", asegura la querella en el documento de ocho páginas. 

El proceso legal fue iniciado hace más de tres años y continúa en pie. Mientras tanto, el señalado cantante se promociona como Virgilio Amarilla y su Grupo Yoga. Y sigue siendo foco de la polémica.

De hecho, en febrero de este año, fue expulsado de Perú por haber ingresado de manera irregular. El artista tenía un alerta desde el 24 de noviembre del 2016 y nunca regularizó su situación migratoria. 


Una de los avisos de los shows que Virgilio Amarilla realiza bajo el nombre de Yoga. En este caso la promoción de una discoteca de Oxapampa, Perú. Facebook.


La charla con Lorenzo Rueda se produjo a través de un llamado telefónico a la ciudad de Tarija. En la conversación con Cumbia de la Pura, Chacho se animó a repasar algunos aspectos de la historia de la banda.

Todo comenzó cuando los hermanos Rueda vinieron a vivir a nuestro país y se instalaron en la localidad de El Pato, en el partido de Berazategui, provincia de Buenos Aires, sobre la Ruta Provincial 36. 

"Hemos ido a radicarnos, como todo boliviano que va a trabajar allá en la Argentina", sostuvo.

Corría la mitad de la década del ´90, cuando Mario, Humberto y Lorenzo lanzaron su conjunto tropical.

"En 1995 decidimos armar un grupo con mis hermanos. Se llamaba Márgen. Y con el paso del tiempo le hemos cambiado a Grupo Yoga", contó.

El nombre de la agrupación se debe a una publicación de interés general.

"Mi hermano Humberto, el guitarrista, fue el primero en aprender a tocar música. Y siempre tenía revistas diferentes. Había una sobre karate. Y otra sobre yoga. De ahí pusimos el nombre definitivo", aclaró Lorenzo.


La publicidad del Grupo Yoga actual, para contrataciones directas. Al frente, vestido de rojo, se lo ve a Lorenzo "Chacho" Rueda, actual vocalista del conjunto.


A la hora de forjar su estilo, los músicos tomaron dos patrones rítmicos. Por un lado, el sonido de la cumbia norteña argentina. Por el otro, los sonidos tropicales de su país de origen. Y obtuvieron una fusión inédita.

"A nosotros nos gusta. Como vivimos tantos años allá, escuchábamos cumbias clásicas como Sombras, Los Avila y Red. Hemos fusionado ese estilo con un poco de lo que se escucha en Bolivia. Y salió un estilo único", destacó.

"Siempre grabamos el mismo estilo, como Bronco, Brindys y tantos grupos que lo conservan desde que nacen. Nosotros seguimos esa misma línea".

La banda logró un proyecto original. Y al final de la década, regresó a su tierra natal con un objetivo: lanzar su primer material.

"Hemos ido a grabar a Bolivia porque, en 1998, los costos de grabación eran altos para nosotros, que teníamos pocos recursos. Era muy caro. Por ese motivo, hemos decidido volver a nuestro país", recalcó.

El lanzamiento del disco compacto tuvo una repercusión acotada. Sin embargo una estafa perpetrada por otro conjunto, alzó su popularidad.

Sucedió que el grupo Expreso, oriundo de la ciudad de La Paz, tomó la canción Te arrepentirás, de Yoga, y la grabó a modo de cover, en versión chicha. Sin embargo, le modificó el nombre: la rebautizó "Se que volverás". Y comenzó a difundirla en los medios como si fuese propia.   

"Nosotros recién salíamos. Habíamos grabado nuestro disco recientemente. Los grupos siempre son vivos si están cercanos a la Capital. Lo hemos arreglado de buena manera, una vez que les hemos mandado una notificación. Que hablen con la verdad. El compositor es mi hermano Mario Rueda. Es una de las composiciones más pedidas en los escenarios", puntualizó Lorenzo.


"Chacho" Rueda abre sus brazos hacia el clamor popular. Imagen de un show de Yoga en una pista de Bolivia. Facebook.


En más de 20 años de trayectoria, la agrupación sufrió numerosos cambios. Entre ellas, el rol de Lorenzo dentro de la formación, quien pasó de ser timbalero a tranformarse en el actual vocalista.

"Gracias a mis hermanos tuve que cantar. Me animé a hacer la voz", reconoció.

Su influencia musical trascendió las fronteras de Bolivia. Y además de haber realizado shows en paises vecinos como Argentina y Perú, en los últimos años actuó en Ecuador y Colombia.

"El estilo del Grupo Yoga sigue avanzando hacia el norte del continente. El secreto es hacer lo que a uno le gusta. Y seguir trabajando, trayendo canciones. La unión en el grupo es muy importante", sentenció Rueda.

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 1º de octubre de 2016.

"ES DURÍSIMA LA VIDA SIN MI PAPÁ"

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María Cecilia Arce, hija del vocalista Koli Arce, expresó la angustia que le genera la ausencia de su padre, quien falleció hace 15 años. "Todas las noches sueño que lo tengo enfrente", confesó, en el aire de Cumbia de la Pura.





Mario Cecilio "Koli" Arce fue un vocalista que representó a la música tropical de la provincia de Santiago del Estero.

Su carrera comenzó en la década del ´70, al frente de Los Pescadores de Colombia, donde cantaba cumbias. Hasta que ocupó el lugar de líder en la banda y modificó el título: la nominó El Quinteto Imperial. Ya en los ´80, incorporó guarachas a su repertorio y salió a actuar por todas las provincias argentinas.

Así se transformó en una sensación en Buenos Aires y fue contratado para la inauguración de Fantástico Bailable, en 1987, la primera bailanta de la Capital.




El público sentía un gran afecto hacia el cantante, a quien le ofrecían obsequios con frecuencia.

"Siempre traía cartas que le regalaban sus fans. O peluchitos y regalitos. El cariño que le tenía la gente era inmenso. Siempre estaba agradecido. Decía que sin la gente no hubiese sido nada", declaró su hija.

Una muestra del furor que significó para los porteños son los homenajes realizados en Tropitango de Pacheco y CCP de Moreno. Ambos boliches bautizaron sus respectivos escenarios con el nombre y apellido del cantante.  

"Es un orgullo. Lo tomo con mucha alegría. Para mí es un placer que hayan pasado tantos años y lo sigan recordando de esta forma", observó.


Los escenarios de Tropitango, ubicado en El Talar de Pacheco, y CCP Disco Latina, en la localidad de Moreno, llevan el nombre de Koli Arce, en homenaje al artista santiagueño.


Cecilia se animó a conversar con Cumbia de la Pura al cumplirse un nuevo aniversario del fallecimiento de Koli.

"Tengo las imágenes de mi papá, patentes. Su rostro, gestos, su voz y forma de hablar. Hasta su manera de caminar. Trato de recordar siempre los buenos momentos y las anécdotas graciosas. Era un papá muy compañero", describió. 

"Todas las noches sueño en que lo tengo enfrente. Me hubiera gustado que haya continuado en mi vida. Que haya estado cuando me recibí. O en los cumpleaños. Es durísima la vida sin él. Toda la casa está llena de sus fotos. Incluso, todavía guardamos su ropa", reveló.


Uno de los últimos cumpleaños de Koli Arce, quien falleció a los 54 años de edad. Mientras el artista sopla las velas, a la derecha su hija Cecilia, aplaude. Facebook.


Al momento de retratarlo en la intimidad del hogar, Cecilia confesó que se crió bajo una estructura patriarcal. Koli Arce, al igual que anteriores generaciones, tenía preferencia por su hijo varón.

"Era súper machista. Su lugar era en la punta de la mesa. Mi mamá cocinaba y lo atendía siempre a él primero. Su debilidad era mi hermano Marito. Y siempre decía: "Toda mi ropa y mis discos van a quedar para Marito, porque va a ser el único heredero", detalló.

"Él tenía ese pensamiento: la mujer era de su casa y el hombre tenía que salir a trabajar. Nosotros vivíamos discutiendo. Yo le decía: "Conmigo te equivocas; el día de mañana me voy a recibir y nadie me va a mantener".

Aún así, mas allá de su lógica patriarcal, Koli financió el trayecto educativo de Cecilia y la alentó a que cumpla con sus objetivos. Incluso, la mantuvo fuera del mundo del espectáculo. En consecuencia, su hija se volcó a una carrera universitaria y se recibió de Licenciada en Turismo
  
"Nos tenía muy apartados del ambiente musical. Él decía que teníamos que estudiar y recibirnos. Yo me quedé con eso hasta los últimos días".

"Hoy estaría muy orgulloso de que haya cumplido con lo que le he dicho", anheló.

Otro hecho que marca la personalidad del artista es la elección de los nombres para sus hijos e hijas. A todos y todas las bautizó de manera autorreferencial.

María Cecilia es la hermana mayor de la familia. Le siguen María Belén, Mario Cecilio y María Nélida.

"Inclusive sus dos caballos se llamaban Mario Cecilio. Para él no existía otro nombre", agregó la entrevistada.


Un hermoso recuerdo familiar: Koli Arce abraza a sus hijas, María Nélida y María Cecilia. "Todas las noches sueño que lo tengo enfrente", dijo Cecilia en charla con Cumbia de la Pura. Facebook.


Koli Arce falleció el 29 de mayo de 2005, en el Sanatorio Güemes, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires. La causa del deceso fue una septicemia provocada por una herida en una de sus rodillas. El músico había sufrido un golpe al caerse de uno de sus caballos y jamás recibió atención médica

"Él tenía dos caballos: uno viejito y otro de carrera, que lo tiró e hizo que se lastimara una pierna. Y nunca se hizo ver. Se fue a trabajar y a cumplir con sus compromisos. Su último concierto fue en Comodoro Rivadavia", explicó Cecilia.

La entrevistada tenía 14 años cuando falleció su padre. 

"El día 25 de mayo habló con mi mamá por teléfono y le dijo que no se sentía muy bien. Ella me dijo: "Hija, preparate, nos vamos a Buenos Aires". Papá estaba con mucho dolor y no se quería hacer ver. Lo íbamos a internar".

"Y cuando subimos al colectivo, le dije a mi mamá: "Papi puede morir?". Ella me miró y me dijo: "Quedate tranquila que no va a pasar nada". Realmente no nos imaginábamos lo que iba a suceder", admitió.

"Fuimos a esperarlo al aeropuerto. Me acuerdo que llegó rengueando".

El deceso de Koli significó un golpe muy duro para sus hijas e hijos. Al punto de afectarlos en su vida personal.

"Mi papá murió un domingo 29. Y esa semana no fui al colegio. Pero a la siguiente volví. Me dije: "Esto no lo pienso dejar". Mientras que María Belén entró en depresión y no pudo volver a la escuela. Con el tiempo se ha dado cuenta y hoy está con una carrera también, próxima a recibirse de Profesora de Educación Física. Cada una vivió el duelo a su manera", relató.




Por último, Cecilia opinó sobre el modo de actuar de Koli, tanto en los escenarios como dentro de su casa, junto a su familia. 

"Mi papá vivió su vida a lo máximo, como quiso. Fue felíz. No tengo dudas de eso", sentenció.

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del viernes 8 de junio de 2018.

"HAY GRUPOS QUE VAN A BUENOS AIRES POR CARTELERA"

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Jorge Sánchez, vocalista de La Revolución Carpera, de Salta, se refirió a los grupos del norte argentino que realizan giras por la capital del país. Y aseguró que muchos actúan por poco dinero. "Van por la publicidad y vuelven con dos pesos", opinó en conversación con Cumbia de la Pura.  



La situación de las bandas nacidas en las provincias de Salta y Jujuy es un ejemplo de la fragmentación de la cumbia que se vive en Argentina, donde las agrupaciones actúan en su territorio y las radios locales difunden su música.

Sobretodo en la época del carnaval, durante los meses de enero, febrero y marzo. "La gente contenta con harina, talco, témpera, albahaca. Y todos chupados. El carnaval se vive así", comentó Sánchez.

Las cumbias norteñas no se difunden en otras provincias o ciudades. A no ser que haya migrantes jujeños y salteños que residan en ese lugar. Y que exista un boliche o una peña donde puedan ir a bailar. 

En consecuencia, el Área Metropolitana de Buenos Aires es un punto de convergencia de muchos conjuntos del Norte. En este sector residen muchos inmigrantes y hay varios bailes que los reúne cada fin de semana.

"Es importante ir a Buenos Aires. Pero algunos grupos van por cartelera y cobran mucho menos", señaló Sánchez.

Sucede que hay artistas que realizan giras de promoción, a cambio de los gastos mínimos, en vez de trabajar por el cachet correspondiente a cada uno de sus shows, más los costos de traslado, alojamiento y comida de cada uno de sus músicos. 

"Van por la publicidad y vuelven con dos pesos. Uno tiene que volver con plata. Tus hijos y la familia te esperan. Siempre hay que comprarles un recuerdo", observó.

Para Sánchez, es un problema que generan las nuevas generaciones

"Los muchachos que quieren salir no tienen códigos y no respetan a los que estaban de hace mucho".




El problema es que si hay agrupaciones que reducen sus valores de contratación, los empresarios dejan de convocar a las que mantienen su precio. Y solo ponen en el escenario a aquellas dispuestas a recaudar poco dinero. En consecuencia, los artistas cada vez ganan menos. Y los bolicheros son los únicos beneficiados.  

Esta idea fue compartida por Sánchez.

"Se perjudica al resto de los grupos. Los muchachos se pagan su sala de ensayo, instrumentos, parches, encordado, la afinación de un acordeón. Y se gasta. Lamentablemente, no reconocen el trabajo", declaró.

Esta situación expone el sistema de trabajo de la movida tropical, donde la mayoría de los músicos viven de otras actividades y la cumbia es una changa más.

"Muchos de los grupos no viven de la música, tienen su trabajo aparte. Es cuestión de saber sobrellevar la vida. Los que viven a base de la música son contaditos. Por eso los muchachos cada vez que salen a tocar dan todo. Tienen hambre de escenario. Dan lo mejor para que la gente salga conforme".

En consecuencia, una gira por Buenos Aires, para un artista de Salta o Jujuy, tiene que valer la pena económicamente.

"Son cinco días que hay que estar fuera de tu casa. La mayoría de los músicos tiene que pedir permiso en su trabajo. Y a veces los costos no dan. Entonces cuando hay un buen negocio o una buena propuesta, uno puede ir", sentenció Sánchez.




En otro orden, el vocalista de La Revolución Carpera habló sobre sus inicios en la música.

"De chico siempre me atrajo el acordeón. Mi papá tocaba de oído y yo lo acompañaba con el güiro. Un día me compré una tumbadora. Hasta que empecé a escuchar la música carpera. Se escuchaba Wanabara, Los Lirios Salteños, Los Lirios Colombianos. Desde chico ya fui consumiendo la música", expresó.

Con el correr de los años, Sánchez comenzó a trabajar junto a su padre, que poseía una empresa de transporte. Y sin buscarlo, tuvo su primer acercamiento a la movida tropical salteña.

"Mi papá tenía una Renault Traffic con la que hacía fletes y viajes para Los Lirios Salteños. Pero cuando no podía me mandaba a mí", recordó.

En calidad de conductor y fletero, Sánchez se hizo amigo de los músicos. Y se aprendió las canciones de memoria.

"A veces, llegaba para los ensayos que hacían antes de salir a tocar. Yo los miraba y memorizaba las letras. Y un día me invitaron a cantar unos temas", contó.

Este episodio llamó la atención de Nolasco Arapa, vocalista de la banda, quien sufría de un afección cardíaca. Y lo convocó a Sánchez para hablar en privado.

"Estaba medio jodido del corazón. Hacía poco que le habían hecho un by pass y le habían puesto un marcapasos. Y un día me dijo: "Quiero dejar a alguien hasta que me pueda recuperar". Y así empecé a animar y hacer coros. Después me puse a cantar", memoró.

De esta manera, el conductor y fletero devino en cantante de cumbia. Mientras Arapa reposaba en su hogar, Sánchez le daba voz a Los Lirios Salteños.




Hasta que el vocalista original se recuperó y retomó su lugar. Por lo que Sánchez, que le había agarrado el gusto a cantar, lanzó su propia banda, junto a uno de los músicos.

"Un día volvió Arapa y quedé vacante. Y el acordeonista, que justo se iba, me dijo: "¿Armamos un grupo?". 

Así nació La Diferencia, en 2009, con quien trabajó un año.

Luego, Sánchez se sumó a Ventura y sus Tropicales, que buscaba cantante. Su misión era suplir a Jesús Mamani, que había abandonado la agrupación. 

"Estuve casi tres años. A Buenos Aires fuimos como seis veces".

Sánchez obtuvo mucha experiencia al trabajar en una banda de renombre. Lo que lo llevó a volver a probar suerte con un proyecto propio.

En consecuencia, en el invierno de 2013, lanzó Jorge y Los Dueños del Ritmo.

La banda la armó junto a Víctor y Luis, quienes tocaban el timbal y el bajo en Ventura y sus Tropicales.

"Los dueños del ritmo somos nosotros", le dijeron los músicos.




Sin embargo, a los dos años de haber comenzado esta nueva etapa, hubo problemas con sus socios.

"Me separé y armé Jorge y La Revolución Carpera".

"El 8 de diciembre de 2015 largamos con el nuevo nombre, justo en el día de la Virgen del Valle", aclaró.

Después de tantos cambios, Sánchez encontró su marca definitiva. La Revolución Carpera es el título con el que trabaja en la actualidad.

Escuchá la nota completa acá:

La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 2 de julio de 2016.

LOS MÚSICOS DE LA MOVIDA TROPICAL SOBREVIVEN COMO PUEDEN EN LA PANDEMIA

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Los artistas más conocidos tienen "resto" y en algunos casos fortunas, pero sus acompañantes tuvieron que dedicarse a hacer panes o tapabocas.

Por Lucho Rombolá (conductor de Cumbia de la Pura).

La nota fue publicada originalmente en el diarioPágina 12.

Son las 6 de la mañana en la zona de Quilmes Oeste, cuando suena una alarma y Cristian Mamani se levanta apresurado. Le da un beso a Cecilia, su compañera y se viste con rapidez. Camina hacia la cocina, prende la luz y comienza a hacer una masa. En minutos habrá creado bizcochos y churros para repartir a domicilio. Por la tarde repetirá el mismo método, pero esta vez cocinará pizzas. Sin embargo, Cristian no se reconoce como panadero. Sino como uno de los tantos músicos de la movida tropical que perdió su trabajo durante la pandemia del Covid 19.

Cristian fue intérprete de bandas como Jambao y Los Charrose, entre otras agrupaciones, y en los últimos años se lanzó como solista bajo el nombre de Thian Many, donde realizó shows en bares, boliches y restaurantes. Hasta que el Coronavirus llegó a la Argentina y el Gobierno Nacional dictó el aislamiento social obligatorio. Con la prohibición de “eventos culturales que impliquen la concurrencia de personas”, según se desprende del Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 297, dictado en el mes de marzo, el músico se quedó sin escenarios.

En consecuencia, armó una panadería en el frente de su casa y la bautizó “Kaserita”, con la inicial de conjuntos como Karicia, Karakol, Karla y Karina, esa letra tan característica y tropical. Sin conocimiento del rubro, Cristian aprendió a elaborar sus productos a través de tutoriales de internet. Todo a base de prueba y error. “Para hacer los primeros churros tuvimos que tirar 8 kilos de harina. Nos salían mal. Pero ahora salen ricos y hasta hacemos tortas”, cuenta, antes de hacer el delivery de cada día.

La situación del improvisado panadero expone el sistema de trabajo de la movida tropical, donde casi la totalidad de los músicos se desempeña en negro. No hay una relación contractual, percepción de aportes jubilatorios ni obra social. Un esquema laboral sin una actividad sindical destacada, donde la diferencia entre patrón y empleado es abismal. Y donde el Estado no regula ni realiza intervención.

El método siempre es el mismo. Un músico o vocalista arma una banda y recluta integrantes. El arreglo salarial es de palabra. Y solo habrá ingresos en caso de que el conjunto sea contratado. Los shows se pagan en efectivo, sin factura o recibo. La distribución no es equitativa; el líder se lleva mucho más. Y no posee obligación alguna hacia sus empleados: ni costear el traslado y las horas de ensayo, o asistirlos ante un problema de salud o enfermedad. 

“Hay una diferencia abismal entre los que tocan en una banda conocida y a veces no tienen ni para comprar un pollo en Navidad, y sus empleadores, que viven en lugares lujosos y tienen autos de alta gama”, explica un célebre tecladista de una famosa banda. “Es un rubro muy desprotegido. Y ningún Gobierno se ocupó de investigar un poco, como sí lo hace con los comercios”, dijo. Y apuntó hacia la falta de presencia gremial. “El Sindicato de Músicos brilla por su ausencia. No sirve para nada, es un cachivache. Mientras esto siga se van a seguir aprovechando”, dice, a modo de sentencia.

Parece una constante en la movida tropical: todos hablan, pero ninguno da la cara. Quizás para no sufrir represalias de su empleador. O no ser señalados por sus colegas. Pero el anonimato se alza como un fuerte denominador. El vocalista de un conjunto legendario es un ejemplo de esta práctica; no quiere que su nombre y apellido aparezca en la nota. No obstante, expone la dificultad del blanqueo de sus trabajadores. Su mirada, como líder de una empresa familiar, es el punto de vista de la patronal.

“Para que cada empleado tenga un sueldo digno habría que pagarle 35 lucas. Más los impuestos que se lleva el Estado. En consecuencia, un grupo con demanda que cobra 70 mil pesos por cada recital, si tiene 10 músicos y 5 plomos, necesita hacer 11 shows por mes, solo para cubrir sueldos. Y esperar a que no llueva ningún fin de semana”, explica. Sin embargo, admite que todas las agrupaciones no poseen el mismo inconveniente. “Hay privilegiados que son contratados por el Estado. O actúan en grandes festivales privados, donde convocan a miles de personas. Y se dan el lujo de cobrar 500 mil pesos, o un millón, por un solo show. Ahí ya tienen todos los números pagos”.



Un caso paradigmático es el de Néstor Bordiola, conocido como Néstor En Bloque: se trata de uno de los pocos artistas que tiene a sus músicos en blanco. Desde septiembre de 2019, los empleados reciben un sueldo mensual, calculado en base a la cantidad de espectáculos que hayan realizado en ese tiempo. Perciben aportes y tienen acceso a una obra social. Una medida inédita para el circuito de la cumbia.

Sin embargo, esta decisión no responde a un deseo del empleador por mejorar las condiciones de sus contratados. Sino a la necesidad de evitar juicios en masa. Como sucedió con El Pepo y La Superbanda Gedienta, la agrupación liderada por el vocalista Rubén Castiñeiras, que compartía con Bordiola la oficina de su representante, Rey Producciones. A la agencia artística comenzaron a llegar las cartas documento emitidas por los familiares de los músicos Ignacio Abosaleh y Nicolás Carabajal, víctimas del accidente ocurrido en julio del año pasado, cuando volcó la camioneta que manejaba El Pepo y provocó sus muertes. El cantante se encuentra detenido, a la espera de un juicio oral, acusado por doble homicidio culposo, entre otros agravantes. Al mismo tiempo, las esposas de los fallecidos denuncian el trabajo en negro y que apenas cobraban 500 pesos por cada show. 

Aún así, con estos antecedentes, apenas se dictó la suspensión de espectáculos, Néstor En Bloque convocó a todos sus músicos y les pidió que firmaran la renuncia. Les explicó que a cambio, les iba a depositar un monto equivalente a tres meses de shows, para que pudieran sostener su economía durante abril, mayo y junio. Los intérpretes aceptaron el trato. Sin embargo, pasaron 60 días hasta que pudieron percibir el dinero pactado. “La bronca fue porque tardó dos meses. Y porque hubo falta de atención de su parte; no nos respondía el teléfono ni contestaba los mensajes. Pero está todo bien, ya tenemos la plata”, declara uno de los involucrados que prefiere resguardar su identidad.  

En las provincias se vive la misma miseria que en la cumbia porteña. La Mona Jiménez es el máximo referente del cuarteto de Córdoba y uno de los 10 artistas más ricos del país, según el ranking publicado en 2012 por la revista Forbes. El vocalista tenía un staff de 45 empleados, todos en blanco, entre músicos, plomos, sonidistas, fotógrafos y técnicos. Hasta el mes de mayo, cuando tomó la decisión de prescindir de varios de sus servicios, y los citó a la oficina de su abogado, Rubén Bravi, donde cada uno negoció su propia indemnización, de acuerdo a su antigüedad.

Uno de ellos, César “Tato” Medina, tomó una máquina de coser y se puso a fabricar tapabocas. Ahora vende barbijos cuarteteros, hechos con retazos de antiguos trajes que brillaron sobre el escenario. Una historia más del proceso de rebusque de los trabajadores musicales. Como Junior Bravo, percusionista del cantante Damián Córdoba, que juntó unos pesos y abrió un almacén en el barrio General Bustos. O Rubén “Quesito” Pavón, vocalista de La Banda de Carlitos, que se asoció a una empresa de estética vehicular, y ahora ofrece servicios como limpieza de interiores, tratamientos de cerámico y acrílico, entre otros.

Mientras tanto, en la ciudad de Santa Fe, se desató un escándalo por una reunión entre algunos dueños de conjuntos, como Coty Hernández, Cali, Kaniche, Juanjo Piedrabuena y Trinidad, entre otros. La cumbre, que violó el aislamiento social preventivo y obligatorio, y rompió con todos los protocolos de prevención, se organizó con la intención de solicitar un ingreso de emergencia al Estado. El asunto es que se trata de las bandas con mayor recaudación de los últimos años. Y que los músicos con un menor nivel de ganancias no fueron invitados a participar. 

Para colmo, se viralizó un audio de WhatsApp con la voz de Luis Ángel “Paco” Pérez, líder de La Contra, quien intervino en el encuentro. “Los más perjudicados somos los grupos grandes. Si no hay dinero para todos, lo merecemos los que invertimos en ropa, sonido, camionetas, marketing y discos. Somos los que tenemos que estar primeros en la lista”, argumentó el artista, en un relato que provocó la indignación de un gran número de colegas: la idea de que existen bandas de primera y segunda categoría no es aceptada por unanimidad.




Por su parte, en Buenos Aires, un conocido representante de la movida tropical tampoco se anima a divulgar su identidad. Pero sí a opinar que en época de cuarentena hay que ser solidarios con los músicos y enviarles dinero, pese a no tener la obligación. “Hay que buscarle la vuelta porque el día de mañana esto se va a reactivar y no se puede estar peleado con todos. Hay unos cuantos artistas que de un día para el otro desaparecieron. Y los músicos los andan buscando para que les tiren una moneda”, cuenta. “Los dueños de los grupos que han generado dinero el año pasado, tienen un resto. En cambio, los músicos viven al día”, reafirma.

El vocalista Rodrigo Tapari es un ejemplo de compañerismo; uno de los pocos dueños que transfiere dinero a sus empleados. Y lleva a cabo una iniciativa virtual, que ayuda a paliar la frágil realidad. De manera periódica, realiza espectáculos a través de plataformas de streaming, como Artistas En Vivo o Star Group Show Live, donde el público abona una entrada simbólica. De esa manera, recauda un monto que deposita en manos de su plantel. “El hecho de tener un respaldo económico me permite ayudar. Los shows en vivo son para sumar algo más. Tiene que ver con el corazón”, relata.

El cantante es un fiel creyente. “Tengo que agradecer a Dios que me da la oportunidad de vivir de la música”, dice. “No me da para sentarme a comer sabiendo que hay gente que me acompaña en la banda y está sin alimentos. La mayor satisfacción que puedo tener es acostarme a dormir con la tranquilidad de que hice una buena acción”. “Si yo les doy vuelta la cara, habla de mucha hipocresía”, reflexiona.

La brecha salarial que hay entre los dueños de los grupos y sus músicos es enorme. Quizás una solución para achicarla sea la organización del grupo Ráfaga, que funciona como una cooperativa. El vocalista Ariel Puchetta, los músicos Raúl "Richard" Rosales, Juan Carlos "Coco" Fusco, Ulises Piñeyro, Marcelo "El Pollo" Rodríguez, Omar Morel y el manager Mauro Piñeyro, son socios. Algunos, incluso, comparten el registro de marca ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial. Se desempeñan de manera colectiva y perciben diferentes porcentajes, según las obligaciones y actividades que ocupan. Un esquema con el que ganan o pierden todos.

Los integrantes de la sociedad contratan empleados: poseen 9 intérpretes y 2 asistentes, que fueron asistidos con un monto de dinero para solventarse hasta septiembre. “Nos dio un buen resultado. Los chicos están bien, tratamos de mantener la misma gente”, asegura Mauro Piñeyro, quien también oficia como representante.  De cualquier modo, considera que los músicos deben tener otro ingreso en paralelo y que la bailanta sea una changa más. Como en su caso, que invirtió en una empresa de transporte.

“El artista piensa que el éxito no se termina. Tiene que entender que puede vivir de diferentes cosas”, explica Piñeyro, mientras sugiere algunas opciones. Como generar dinero en calidad de músico cesionista, contratado para la grabación de diferentes discos. O recibir ingresos por la composición y autoría de nuevas canciones, a través de Sadaic, la Sociedad Argentina de Autores y Compositores.

De una u otra manera, el mundo de la bailanta siempre fue catalogado de marginal, informal, atado con alambre. Es cierto que estas definiciones, de tinte racial, corresponden a un sector de la sociedad que se siente elevado, en contraste con el bajo poder adquisitivo de la mayoría del público cumbiero. Pero también es real que la movida tropical se encuentra floja de papeles. ¿Podemos, entonces, después de la pandemia, pensar en un nuevo esquema de trabajo, donde músicos y patrones armonicen sus esfuerzos y distribuyan ganancias?  ¿Creer en un Estado amplio, inclusivo, que regule la economía artística de los sectores populares? Tenemos preguntas. Y muchas cumbias por bailar.

"HABÍA QUE BAJAR EL PIE DEL ACELERADOR"

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Oscar Belondi, líder de La Repandilla, explicó los motivos por los que dejó de hacer shows en medio de la pandemia del virus Covid 19. En una charla con Cumbia de la Pura, el vocalista apuntó a la conciencia colectiva y señaló tanto a empresarios como colegas de la movida tropical.


También denunció a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC) por no repartir el dinero que recauda entre los artistas. Y señaló a las empresas discográficas que se quedan con los derechos de la distribución digital.

Por otra parte, se refirió a su estado de salud y contó las intervenciones que tuvo en el corazón y en su rodilla.

Además, habló sobre el espectáculo que realizó en Salta junto a la Camerata Stradivari. Y sobre la fusión de la movida tropical con artistas de otros géneros musicales. 

Por último, nos contó sobre su marca de vinos, Belondi Wines; el porqué de las Islas Malvinas en el logotipo de La Repa; y hasta recordó los trajes que usaba como cantante de La Sonora Pocker´s.

Escuchá la entrevista completa acá:

La entrevista fue realizada el sábado 24 de abril en el programa radial de Cumbia de la Pura.


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"LA CUMBIA EMPEZÓ EN CONFITERÍAS DE ALTO NIVEL"

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Antonio Darío "Coco" Barcala habló sobre el inicio de la cumbia en la Argentina. En el aire de Cumbia de la Pura explicó cuando los grupos tocaban en boites y confiterías de un gran poder adquisitivo, en zonas como Barrio Norte o Flores. 



El músico es uno de los pioneros de la cumbia en la Argentina. Su carrera comenzó en la década del `50 y se dedicó a la percusión. Años más tarde fundó La Charanga del Caribe e instaló éxitos como "Santander de Batunga" y "A mover el esqueleto". 

En conversación con Cumbia de la Pura recordó sus comienzos, cuando tocaba el bongó en cabarets. También su primera grabación, para la disquera Tropicana.

Por otra parte, se refirió a su creación: el modo de tocar el timbal en la Argentina. Y contó sobre las grabaciones y producción que realizó para grupos como Ricky Maravilla, Gilda, Pocho La Pantera, Alcides, Adrián y Los Dados Negros, Badi y Green, entre muchos artistas más.

Por último, elogió a las chicas y los chicos de La Delio Valdez, con quienes se sube a los escenarios en la actualidad.

Escuchá la nota completa acá:

La entrevista fue realizada en vivo en la noche del sábado 1º de mayo de 2021.


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"EL ACORDEÓN ES PARTE DE MI CUERPO"

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Azul Carrizo es conocida como "la dama del acordeón". Además de cantar, es una de las pocas mujeres que toca instrumentos en la movida tropical. En entrevista con Cumbia de la Pura, habló sobre sus inicios en la música y cómo se transformó en intérprete.



Además, la vocalista habló sobre su trabajo en el gimnasio como profesora de spinning, zumba y aerobox. Y explicó porqué eligió "Azul" como nombre artístico

Por otra parte, recordó su experiencia en el reality show Gran Hermano, durante 2016. Y comparó su paso como parte del staff de Ser TV y su lanzamiento como artista independiente.

En otro aspecto, Azul confesó un intento de abuso por parte de un productor de la movida tropical. Y expuso las dificultades que tienen las mujeres dentro del circuito artístico.

Por último, la artista se refirió a la variedad de ritmos que ejecuta, como chamamé, zamba y guaracha santiagueña. Y contó sobre su participación en 2020 el Congreso Internacional de Mujeres Acordeonistas Folclóricas.

Escuchá la nota completa acá:

La entrevista fue realizada en vivo en la noche del sábado 8 de mayo de 2021.

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"TENGO MENOS DINERO Y SOY MÁS FELIZ"

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Roberto Edgar, vocalista del Grupo Volcán, habló sobre el accidente en el que falleció su madre, su padrastro y el productor de la movida tropical, Roberto Fontana. El cantante habló sobre la depresión que sufrió, sus deseos de suicidio y cómo se repuso gracias a Dios y a su familia.


Además, recordó algunos aspectos de su pasado, como la banda de barrio que integró a los 8 años de edad, junto a sus tíos, donde tocaba sertanejo, cumbia y cachaca, entre otros ritmos de la zona de Misiones.

También, memoró su llegada a Buenos Aires en la adolescencia y el impacto que le generó la ciudad.

El artista repasó cómo fue casting en el que se convirtió en vocalista de Volcán y la etapa de la "cumbia juvenil".

Por último, contó la anécdota en la que Diego Maradona le regaló una corbata de marca Versace. En la actualidad, Roberto Edgar planea hacer una subasta de la prenda y donar el dinero a una aldea guaraní.

Escuchá la nota completa acá:

La entrevista fue realizada en vivo en la noche del sábado 22 de mayo de 2021.

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"ESPERO QUE LA GENTE SE LLEVE UNA BUENA IMPRESIÓN"

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Franco Denis es el nuevo violero de Los del Bohío, en reemplazo de su papá, Juan Carlos Denis, creador de la cumbia santafesina con guitarra. El artista tomó la decisión de abandonar los escenarios luego de 45 años de carrera y depositó el destino de su Fender Stratocaster en manos de sus hijos.


En la charla, el músico nos contó cómo se gestó la decisión de su papá y el cuidado exhaustivo de su salud. 

También, porqué de la elección de una fecha cercana al Día de la Cumbia Santafesina para el anuncio en las redes sociales.

Franco nos habló de la presión que significa reemplazar a su padre. Y cuáles son los comentarios de los/las fans.

Incluso, el recambio generacional definitivo que se vive en Bohío.

Por último, el músico nos reveló su perfil como enfermero en Santa Fe, donde atiende pacientes en un Centro de Atención Primaria y en los Centros de Vacunación contra el Covid 19.

Además, nos dio su mirada sobre el colapso del sistema sanitario y la falta de camas en las Unidades de Terapia Intensiva.

Escuchá la nota acá:

La entrevista fue realizada en vivo en la noche del sábado 29 de mayo de 2021.

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"LA MÚSICA TROPICAL ESTABA MUERTA EN ARGENTINA"

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Adrián Chauque, líder de Adrián y Los Dados Negros, recordó su regreso a la Argentina, luego de haber vivido muchos años en Chile. Y expresó las dificultades que tuvo para volver a imponer su cumbia andina en el mercado de la movida tropical.



En la entrevista, el artista repasó varios aspectos de su vida. Y recordó su infancia, marcada por la pobreza y la migración.

También, la cantidad de oficios que realizó antes de vivir de la música: recolector de caña de azúcar, lustrabotas, vendedor de empanadas y canillita, entre otros.

Adrián reveló el origen del nombre de su agrupación y su relación con los juegos de azar. 

Incluso, recordó su actuación en la inauguración de Fantástico Bailable en 1985, junto a Koli Arce y su Quinteto Imperial.

El vocalista habló de su éxito en Chile, donde vivió muchos años y se transformó en una figura nacional. 

Además, se refirió a la incorporación de su hija Deborah a Los Dados Negros. Y el deseo de que continúe su carrera como solista.

Por último, se expresó sobre las distinciones que recibió en la provincia de Jujuy.

Escuchá la nota completa acá:

La entrevista fue realizada en vivo en la noche del sábado 5 de junio de 2021.

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