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Channel: Cumbia de la Pura
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"A MÍ ME SIGUE LA CLASE BAJA Y RE BAJA"

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Adrián Marcelo Torres Ruiz Díaz, más conocido como El Chelo, líder del Grupo Green, definió al público que escucha su música, entre otros temas. El artista visitó el estudio de Cumbia de la Pura para celebrar los 35 años de su banda y dejó un montón de polémicas declaraciones.





Chelo visitó nuestro programa a fines de noviembre, en la víspera de la fiesta que realizó en su casa, la Fortaleza de Villa Caraza, en la zona de Lanús. Allí el artista celebró los 35 años del Grupo Green, con un show que duró toda la noche. Sin embargo, en las horas previas, se tomó un tiempo para hablar de varios temas, con su estilo habitual.


SOBRE LOS COMIENZOS DE GREEN, FUNDADO A FINES DE 1979 POR SU FALLECIDO HERMANO MAYOR, OSCAR TORRES RUIZ DIAZ:

"Oscar llegó a los 4 años desde Caacupé. Mis otros hermanos mayores, que le seguían, Nardo y Mario, también son paraguayos".

"Había que hacer música que se escuchara en el momento. La cumbia que existía en esa época era del Cuarteto Imperial, el Quinteto Imperial y Los Wawancó".

"Yo no tenía voz ni voto. Cuando empezó la banda tenía 7 años. Pero ya cantaba con ellos en los ensayos. Profesionalmente, arranqué con el grupo a los 14. En el año ´86".

"Antes habían probado con Antonio Ríos y Oscar Stiefel (Sexteto Imperial)".

"Cuando cumplí 17 años le pedí a mi papá si podía contratar un tenor. Y lo conseguimos; era paraguayo. Me enseñó a llevar las notas de punta a punta. En dos meses, parecía Luis Miguel".


La tapa del primer disco del Grupo Green, editado en 1993 a través del sello Leader Music. "Con el primero vendí más que con el último", contó Chelo.


SOBRE LA COMPAÑÍA LEADER MUSIC Y SU TITULAR, ROBERTO "KUKY" PUMAR:

"Los 8 discos que saqué en Leader me dieron satisfacciones. Con el primero, que salí sin que nadie me conozca, vendí más que con el último".

"El único artista que le sacó plata a Pumar fui yo. En 1993 ya me había comprado la camioneta que Maradona trajo a la Argentina en los ´80. Era tipo Brigada A, pero marca Ford, con butacas, whyskera y todo".

"Leader Music era una compañía con variedad de géneros musicales. Y hacíamos pelota a todos los grupos. Teníamos el 53 % de las ventas".

"Kuky Pumar es un tipo malagradecido. No tiene memoria. Hay un dicho que dice: "Un pelo, puede más que cien bueyes". Si la hermana andaba muy caliente conmigo, no era mi problema. Para mí era una amiga. Es un pollerudo".

"Perdió códigos el tipo ese. Yo le hice ganar fortunas".

"Cuando salió el último disco (Hasta la eternidad - 1999), Pumar lo metió en el archivo. Tuvimos mucha difusión, pero no venta. Las distribuidoras como Musimundo o DBN le pedían copias y él decía que no había stock. Y así fueron agotando la paciencia de la gente".

"Cuando me fui, con mi flota (Green, Red, Blue y Contagio), la compañía se cayó a pedazos".


La portada del último material de Green editado en Leader Music, provocó la polémica. Según Chelo, el material fue puesto en archivo debido a un conflicto con el titular de la compañía. "Él decía que no había stock", expresó.


SU ROL COMO PRODUCTOR:

"Una vez en en el canal, en 1998, Fontana me pidió si le podía hacer un tema para Los Moykano´s. Le dije que sí, pero me olvidé de tantos quilombos que tenía en la cabeza. Y justo nos tocó grabar en el mismo estudio. Entonces, Gastón Angrisani me reclamó el tema. Ahí agarré el teclado y en diez minutos hice la letra y la música. "Anda a cantarlo", le dije. Con ese tema laburaron mucho; lo hacían tres veces por show. Hacían 8 o 10 bailes por fin de semana", explicó Chelo, en referencia a la canción No mientas.  

"Antes se hacía todo a pulmón, con instrumentos reales. Hoy ponen una base".

"Yo siempre digo que el productor es el que banca al grupo, lo mete acá y allá. Ahora cualquiera es productor con una computadora; cortan y pegan. Yo tengo récords en grabación: en 60 horas te hacía un disco en cinta. Ni al baño podía ir".


EL ÉXITO Y EL PÚBLICO:

"Lo más loco que viví fue ver a mujeres embarazadas que iban a bailar y saltaban. O que venían y te chapaban en frente del marido. También las veces que me tiraba desde el escenario".

"Nadie le daba bola a los fanáticos. Yo fui quien se compenetró y empecé a hacer los clubes de fans. Llegué a tener casi 300. Iban a casa, se sacaban la foto y les dábamos un carnet. Con eso entraban gratis en todos los bailes. Llegué a hacer casi 3 mil carnets".

"Yo estoy orgulloso y agradecido de que el público que me sigue no es la clase alta ni media. A mí me sigue la clase baja y re baja. La que no tiene un mango para la entrada, apenas para el cd. La masa de la gente que le falta y no le sobra".

"Sombras, Commanche, Green y Red fueron los que hicieron masiva a la cumbia. Había gente de autos BMW, Audi, Honda, Mitsubishi, que bajaban de edificios como la torre Le Parc de Palermo. Y eran re fanáticos".


El Chelo de Green responde a las preguntas de Lucho Rombolá, conductor de Cumbia de la Pura, en una extensa entrevista realizada en el estudio de AM 530 Radio Madre.


SOBRE LA CUMBIA VILLERA:

"Del 2001 al 2010 hubo cumbia villera a full. Todo fue apología. Hicieron pelota a la juventud".

"Siempre hubo miseria, pero no se notaba. Antes había gente bien empilchada que iba a bailar al Divino o a Pachá y era de la villa. Y nadie se enteraba".

"En esa época tuve casi dos años de trabajo muy bajo. Fue en 2002 y 2003. Habré hecho unos 50 shows por año. Pero después laburamos normal".

"El problema es que la cumbia villera era accesible. Y mis costos no eran compatibles con lo que los bolicheros pagaban por un número que estaba de punta. Los villeros regalaban el show".

"La cumbia villera nos hizo volver al negro cabeza. Se visten con una remerita de dos pesos, camisetas de fútbol y un jean de La Ocean (la feria de La Salada, en Lomas de Zamora). Antes, (el productor Roberto) Fontana cuidaba mucho la estética de la televisión. Si vos eras una mierda, la gente no te tenía que ver así. Entonces te maquillaba, peinaba y te ponía un trajecito. Y si eras negro te ponía polvo para que no lo parezcas. Era un tipo muy perfeccionista".  

"A nosotros nos costó mucho tiempo lograr que no se denigre más a la movida tropical. Yo compraba camisas de Italia a cien dólares. No repetíamos un saco, ni una camisa o pantalón".


La cámara del fotógrafo Silvio Fabrykant retrató la época en que Chelo y Javito compartían el amor por los colores. "Yo perdí toda relación laboral con mi hermano", declaró el líder de Green. 


SOBRE SU HERMANO, JAVITO, LÍDER DE RED:

"A Javito lo puse a cantar porque tenía tono. Yo quería que trabaje y me superó en ventas y en shows durante tres años (1997, 1998 y 1999). Pero yo arranqué discográficamente en el ´91. Estamos en 2015 y todavía sigo. Hoy por hoy, un show de Green son dos de Red".

"Yo perdí toda relación laboral con mi hermano el día en que se casó, en enero de 2000. "Estoy cansado de que vos, mamá y papá manejen mi vida", me dijo. No sé que quiso hacer. Yo le decía que se junte, pero que no se case. A él lo seguían las mujeres y lo querían soltero. Todos los días iban cien minas a casa a verlo a Javito. Se casó y no quedó ni una. Se arruinó la carrera".


SOBRE OTROS ARTISTAS, RELACIONADOS A LA HISTORIA DE GREEN:

"Fabian de Los Boy´s no tiene nada de honrado. Nos hizo la vida imposible. Un tipo más repugnante que él no había en el ambiente. Porque encima de ser una copia vulgar de Green, decía pelotudeces en la radio. Y yo nunca le falté el respeto. Él necesitaba del puterío para poder existir. Un show de Green valía tres de ellos".

"Emiliano (Tarragona, ex vocalista de Blue) nunca supo cantar. Yo hice un robo con eso. No podía decir ni dos palabras. Ni el arroz con leche podía cantar".

"Chili Fernández es otro malagradecido más".


Escuchá la nota completa acá:




El Chelo Torres, líder del Grupo Green, es un artista que declara sin pudor y lanza muchas bombas. Por eso posa con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa explosivo.


La entrevista fue realizada en vivo en el aire de Cumbia de la Pura en la tarde del sábado 28 de noviembre de 2015.

"HAY UN IMPULSO DEL INTERIOR"

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Richard Mattos, vocalista de Banda Zeta, de Uruguay, opinó que su éxito se incluye en un nuevo movimiento tropical, nacido fuera de la ciudad de Montevideo. "Siempre la vanguardia la llevaron los músicos de la Capital", expresó.





El músico se refiere al furor que tuvieron artistas como Lucas Sugo y El Súper Hobby, entre otros, en los últimos años. Un fenómeno de agrupaciones nacidas en el Interior e identificadas con la cumbia, también llamada Charanga. 

Banda Zeta pertenece a esta misma camada: el conjunto es oriundo de Florida, una ciudad ubicada a casi 100 kilómetros de Montevideo

"Hay un impulso que viene del Interior, con mucha fuerza. Hay grandes grupos que hace mucho tiempo vienen peleando por meter su producto. Nunca se había dado. Siempre la vanguardia la llevaron los músicos de la Capital", analizó Mattos.




Y consideró que este nuevo panorama se debe a varias modificaciones. Entre ellas, el cambio de estrategia en la comunicación.   

"Los músicos del Interior hemos aprendido de los errores que cometimos. Hemos tratado de corregir el camino y sacar un producto más prolijo, para que la gente lo pueda aceptar. Hemos abarcado las redes sociales, por ejemplo, que son una herramienta fundamental", expresó.

Pero además incluyó la alteración del ritmo, dirigido a las nuevas generaciones. 

"La temática que venía teniendo la música del Interior no era la adecuada. Veníamos apuntando a la charanga tradicional, antigua, que abarcaba un público de edad grande. Eso ha tenido un vuelco; hemos tratado de llevar la cumbia a la juventud", afirmó.


Lucho Rombolá, conductor de Cumbia de la Pura, conversa con Richard Mattos, vocalista de Banda Zeta, durante una gira de difusión por Argentina.


Este despertar de la movida tropical uruguaya penetró en el mercado de nuestro país, algo que ya había ocurrido a fines de la década del ´90. En esa época, algunas agrupaciones montevideanas, referentes de la Plena, cruzaron el Río de La Plata e instalaron sus sonidos en las discotecas. Sin embargo, con el correr del tiempo, fueron perdiendo terreno ante el avance de las nuevas melodías. 

"Argentina siempre fue de la cumbia. Creo que lo que hemos mejorado, desde el repertorio, nos abrió las puertas. No es un producto tan distinto. En cambio, la plena sí; apunta más a la base rítmica que a la letra de las canciones", conjeturó Mattos.

En consecuencia, varias canciones de la Banda Oriental fueron realizadas en nuestro suelo, a modo de cover. Entre ellas figura Agua helada, el hit de Banda Zeta.

"Es un problema que le pasó a uno de mis compañeros del grupo, quien largó su historia. Su novia le había abierto su cuenta de Facebook y encontró que la estaba engañando. Ahí se me ocurrió la letra. Es una composición mía", confesó el vocalista. 

Escuchá la nota completa acá:



Richard Mattos, líder de Banda Zeta, del Uruguay, es un artista que modificó su estilo para acercarse a la juventud. Por eso posa con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa fresco. 


La entrevista fue realizada en noviembre de 2015 y emitida al aire en la tarde del sábado 5 de diciembre del mismo año.

"EL CUARTETO EN BUENOS AIRES ES UNDER"

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Matías Gómez, percusionista de La Ku-cha, contó las limitaciones que enfrentan los grupos que se dedican al tunga tunga en la Capital Federal. "Seguimos haciendo todo a pulmón", expresó.






El músico visitó el aire de Cumbia de la Pura por segunda vez en su carrera. En esta oportunidad, aprovechó para celebrar el aniversario número once de su agrupación. Y para presentar su primer material discográfico, titulado El viejo truco.

"El disco salió el 20 de noviembre, justo el día en que cumplimos 11 años. Una casualidad", consideró.

La placa, editada bajo el sello Leader Music, lleva el mismo nombre que una de las canciones que la integran. Una composición de Gómez junto a su socio artístico, el acordeonista Félix Oropel.

"El viejo truco es un tema que lleva letra mía y música de Félix. Se lo hice hace algunos años a mi señora. Es chistosa", la definió el músico, entre risas.


La portada del primer disco de la historia de La Ku-cha se titula El viejo truco y fue editado por Leader Music. 


A tono con la celebración, Gómez recordó los comienzos de la banda, fundada en 2004.

"En los primeros años éramos puro ensayo. Habíamos grabado un par de demos, pero no hacíamos nada porque no sabíamos cómo era la movida acá", apuntó.

Tanto Gómez como Oropel hicieron sus primeros pasos en la ciudad de Córdoba, al frente de bandas como Cachumba y Tinta China. Por ese motivo, al arribar a Buenos Aires, tuvieron dificultades para adaptarse a la lógica de la música local.

"Nos costó mucho armar la banda. Era imposible conseguir músicos de cuarteto; todos eran cumbieros. Poníamos avisos en el diario, donde buscábamos cantantes, bajistas, etcétera. Hasta que pudimos lograr una base", recordó. 

En consecuencia, se produjo el nacimiento de La Ku-cha. Una agrupación que mantiene la esencia de la ciudad en la que nació el tunga tunga. O por lo menos, así lo definió el propio Gómez.

"Es un cuarteto totalmente de Córdoba. No tiene nada de las cosas que se pueden a llegar a meter acá en Buenos Aires, donde se hace otro estilo, más comercial", arguyó. 

Y profundizó sus declaraciones, con respecto a los sonidos cuarteteros hechos en la Capital.

"Desde la percusión, arman diferente los temas. Hacen una mezcla de estilo dominicano con otros instrumentos, que no tienen nada que ver con lo que se hace en Córdoba. Mientras que nosotros tenemos una base y vamos a hacer lo que nos gusta", observó.


Matías Gómez, percusionista de La Ku-cha, visitó el estudio de Cumbia de la Pura y conversó con Lucho Rombolá, conductor del ciclo. 


Sin embargo, pese a las diferencias esgrimidas, La Ku-cha no ha logrado instalarse en el circuito tropical más vendible. Y se mantiene en un espacio independiente.

"Seguimos haciendo todo a pulmón. El cuarteto acá no es como en Córdoba; es todo under", manifestó.

Y describió algunos de los conflictos que deben afrontar quienes se manejan por su propia cuenta.

"Si te invitan a actuar en El Tornado, por ejemplo, te exigen que vendas unas 300 entradas para poder tocar. Pero el dinero se lo quedan ellos. Y cuesta mucho. Solo sirve para mostrarse", confesó.

No obstante, La Ku-cha continúa en búsqueda de la expansión. Quizás por eso se sumó a las filas del representante Agustín Lladser, un cordobés muy identificado con el cuarteto. En efecto, el empresario posee a la Banda XXI entre su staff de artistas.

"Él nos vendía cuando estábamos en Tinta China, en el 2000. Nos quedó el contacto y nos cruzamos en un show en Caseros. Nos pidió el disco, se lo llevamos y agarró viaje", explicó Gómez.

Escuchá la nota completa acá:



Matías Gómez, percusionista, y Gustavo Santaran, vocalista, celebraron los 11 años de La Ku-cha. Por eso posaron con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa de festejos.

La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 12 de diciembre de 2015.

"EL MUNDO DEL CINE LLEVA MUCHÍSIMAS HORAS"

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El animador y conductor, Ramiro López, más conocido como El Rama, habló sobre su participación en la película sobre la vida de Gilda. En conversación con Cumbia de la Pura, contó su experiencia en la pantalla grande y recordó una anécdota junto a la santa de la movida tropical.

#GildaLaPelícula 



López actuó de presentador en un acto donde la vocalista, interpretada por Natalia Oreiro, recibe un Disco de Oro por la gran cantidad de ventas de su último material. Un papel hecho a la medida de El Rama, quien anunció a muchísimas bandas a lo largo de su carrera.

"Mi escena dura tres minutos, pero hubo una jornada de grabación de 8 o 9 horas. El mundo del cine lleva muchísimo tiempo", explicó.

Y se animó a comparar las diferencias entre su experiencia fílmica y su trabajo en la pantalla chica.

"La televisión es en vivo. Si te equivocás, quedás como un paparulo delante de muchísima gente. Pero también te da la posibilidad de improvisar. En cambio, en el cine, si te equivocás te pueden cortar. De hecho, me ha pasado. Y mi texto no era mucho, pero todo puede pasar; los nervios traicionan", consideró.


Un instante en la presentación de la película No me arrepiento de este amor, donde Ramiro López conoció a Natalia Oreiro, la actriz con la que luego compartió una escena.


La figura de Gilda provocó que El Rama recordara una anécdota de su adolescencia, cuando era operador deFM Tentación, una radio ubicada en la localidad de San Martín. En esa época, manejaba los controles del ciclo que conducía Rosalía Pérez, quien iba a entrevistar a Gilda.  

El día de la nota, López enfrentaba a sus compañeros de trabajo, quienes se burlaban de su derrota en una jugada.

"Yo tenía el pelo bastante largo; era un pendejo. Y había habido un partido entre Boca y River. Yo había apostado que, si perdía Boca, me pelaba. Y perdí. Entonces, todo el mundo me cargaba", evocó.

Fue en ese momento que la cantante se apareció por la emisora. Y tuvo un gesto que, con el tiempo, pareció haber sido una bendición.

"Gilda vio que todos me cargaban y me dijo: "Pero te queda linda la peladita". Me dio un beso en la frente y se fue. Fue un momento muy grato. Lo que ella profesaba con el amor se veía en su ser y su alma", opinó El Rama.


La radio es el espacio en el que El Rama López tuvo una anécdota junto a Gilda. "Me dio un beso en la frente y se fue", memoró el conductor.


El animador, además, destacó el valor musical de la artista, quien muchas veces sirvió para alegrar las noches de Mambo de San Miguel, donde El Rama oficiaba de discjockey.

"Me encantaba la música que hacía. Era una cumbia con un ritmo excelente para bailar. Y canciones como La puerta eran para romper la pista", enfatizó.  

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 4 de junio de 2016.

"CONTRA LOS ORGANIZADORES DE LA CUMBIA VILLERA"

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Así se ubicó Leo Mattioli, en 2006 y 2007, al ver que varias agrupaciones modernas realizaban shows en teatros de la calle Corrientes, lo cual molestó al León Santafesino. Fue una de las tantas cosas que pasaron en estos 10 años de Cumbia de la Pura, la década bailada. 

#CumbiadelaPura10Años



Ocurrió que en agosto de 2006, en medio de un show en el Gran Rex, el vocalista se ofuscó y atacó a la cumbia villera. Estas fueron sus crudísimas declaraciones, registradas por el grabador de Cumbia de la Pura:

"Esta movida es un negocio muy grande. Por eso entré aquí con el escobillón, limpiando a la mugre hija de puta que le canta a la droga y llena de mierda las butacas".

"Fíjense cuando se levanten, que no tengan mierda o un porro pegado en el culo, con todos los villeros que vinieron aquí".

"El país está tan caído que al teatro Gran Rex, que antes era imposible hasta los más grandes, ahora viene uno que dice "Me chupo, me drogo y me cojo a tu hermana". Yo me puedo drogar y chupar todo, pero me lo guardo para mí".

"Miren si van a venir a un teatro, a gastar la mitad de su sueldo y escuchar boludeces".


Escuchá acá sus controversiales palabras:




A un año de aquella expresión, Cumbia de la Pura consultó a Mattioli por sus polémicas declaraciones. Y el vocalista, que esa noche celebró su cumpleaños número 35, en el mismo escenario, no dudó en responder.

"No fue en contra de la cumbia villera, sino contra los organizadores que la traen. Es una fuente de trabajo para muchas familias. Mientras sirva, bienvenida sea. A mí nunca me afectó en nada. Nunca me levantaron un baile para meter un grupo así. Siempre tuve mi lugar y mi público. Fue un palazo para la gente organizadora, que los lleva", se excusó.


Un joven Lucho Rombolá, conductor de Cumbia de la Pura, entrevista a Leo Mattioli, luego de celebrar su cumpleaños en el teatro Gran Rex, en agosto de 2007.


Pese a la polémica, El León se mostró feliz por haber festejado su aniversario junto a sus seguidores.

"Estoy muy contento de pasarlo con todos los fans y amigos. Ya conozco a todos los chicos. Fue muy lindo, de primera, con muchos invitados y sorpresas. Como dije en el escenario, mejor cumpleaños que éste no pude haber tenido", celebró.

En otro aspecto, se refirió a lo que sería, en aquel momento, el lanzamiento de su nuevo disco.

"Va a tener once temas míos. Y un solo cover: Se te nota, de Sandro. Es un tema muy rápido, distinto a lo que vengo haciendo. Pero pienso que va a gustar. Aparte hay mucha gente que consume la música rápida, como el cuarteto", consideró.

A pesar del anuncio, su siguiente material, titulado El rey del amor (2008), no contó con la composición de Roberto Sánchez entre su repertorio. Esa melodía recién fue incluida un año después, en el otrora trabajo de Leo, bautizado El amor y la pasión nunca morirán (Otro homenaje al cielo).


En 2008, Leo Mattioli editó El Rey del amor, un disco lanzado a través del sello LEF. El mismo contenía un cuarteto grabado junto al Negro Videla, ex Chébere.


Aún así, la relación del vocalista con un ritmo más acelerado se fue acrecentando. Una prueba de esto es la grabación de Hay mujeres que hacen mal, una canción popularizada por el cuartetero Gary, que Mattioli cantó a dúo con El Negro Videla, ex líder de Chébere.

"La gente que consume cuarteto exclusivamente, como en Córdoba, es muy jodido que escuche cumbia. Y yo entré muy bien. Así que es como un homenaje", concluyó, en línea con sus futuras creaciones.

Por último, el vocalista habló sobre su estado de salud. Un tema que para su público y amigos siempre fue motivo de preocupación.

"De salud estoy para el orto. Tirando. Tengo que ir al médico a hacerme tratamientos y cosas simples, sencillitas. Algunos chequeos para andar mejor. Uno está continuamente viajando y trabajando, así que tengo que estar bien. Sino siempre caigo algún fin de semana", confesó, cuatro años antes de su fallecimiento.

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en la noche del 13 de agosto de 2007 y emitida al aire en el mismo mes y año.

"NUNCA IMAGINÉ QUE IBA A HACER UNA PELÍCULA"

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Cristian "Mosky" Bonano, baterista de Sebastián Mendoza, contó su entusiasmo al participar en el film sobre la vida de Gilda. "Es algo que me regaló la música", consideró el músico, en una charla con Cumbia de la Pura.

#GildaLaPelícula



Bonano llegó a la pantalla grande luego de una extensa trayectoria, que comenzó a sus 14 años de edad. En esa época fue cuando ingresó a tocar en el grupo Menta Cristal, que había sido formado por su padre, Rubén.

Junto a la agrupación, el baterista editó dos discos, a través del sello Leader Music: Mimosos y atorrantes (1995) y El gran viaje (1996).

"Estuve hasta mis 18 años en Menta. La banda no tuvo éxito y se disolvió cuando mi viejo dio un paso al costado. A mi me agarró el bajón. Pensé que no tocaba más", reveló.

Bonano se alejó de la música y se dedicó a laburar en la remisería de su padre. Hasta que algunos años más tarde, intentó rearmar Menta Cristal.


En Menta Cristal hizo sus primeros pasos en la música Cristian "El Mosky" Bonano. Aquí la portada de su primer disco, Mimosos y atorrantes, editado en 1996 por Leader Music.


El Mosky no tuvo éxito en su iniciativa y abandonó el proyecto. Sin embargo, una convocatoria lo acercó de nuevo a la movida tropical.

Reynaldo Valverde, líder de Malagata, lo invitó a sumarse como tumbador del conjunto. Algo que provocó una gran alegría en el músico, debido a que se trataba de la agrupación por la que, en su adolescencia, se había hecho "cumbiero", según se definió.

"Malagata me partió la cabeza", expresó.

Allí fue donde lo conoció a Sebastián Mendoza, quien se sumó como vocalista. Y entre los dos vivieron el proceso del disco Magia suburbana, editado en 2001. De hecho, Bonano todavía se regocija al recordar aquellos días. 

"Mucha ilusión, mucho esfuerzo. Con Seba, en Malagata, no ganamos un mango, pero la pasamos muy bien", recordó.


El Mosky Bonano conoció a Sebastián Mendoza al trabajar en Malagata. Esta es la tapa de Magia suburbana, el material que los unió en 2001.


La buena relación que construyó con el vocalista, generó una nueva oportunidad de trabajo para él. Cuando Sebastián Mendozá se lanzó como solista, en 2002, lo invitó a integrarse en su nuevo proyecto. Y el percusionista aceptó de inmediato, en calidad de batero.

Desde entonces, se desempeña en la agrupación de cumbia norteña, lo que generó su participación en No me arrepiento de este amor.

"Es algo que me regaló la música. Yo no lo tenía ni en sueños. Nunca me imaginé que iba a hacer una película", manifestó.

Bonano fue elegido para actuar como uno de los integrantes del conjunto de Gilda, junto a los músicos Edwin Manrique, Danny De La Cruz y Manuel Vázquez, sobrevivientes del fatal accidente ocurrido en 1996. 

"Cuando me dijeron que iba a formar parte de la banda original, me agarró una emoción. Me dijeron que era porque tenía pelo largo y daba con la imagen de los años ´90. Para mí fue un honor", valoró.


Sebastián Mendoza posó junto a la actriz Natalia Oreiro y su compañero, Cristian Bonano, en la conferencia de prensa de lanzamiento de rodaje de la película, No me arrepiento de este amor.


El Mosky participa en el largometraje junto a su compañero, Sebastián Mendoza, quien también fue convocado para actuar junto a Natalia Oreiro, la protagonista.

"La conocimos en una prueba de ensayo. Y la sensación que nos causó fue que la conocíamos de hacía 20 años, por el trato, la calidez. Es una fenómena, no lo podíamos creer", dijo, en referencia a la actriz.

El trabajo realizado durante abril y mayo generó una gran satisfacción en el músico, quien ya siente nostalgia por las largas jornadas de rodaje.

"La peli se terminó hace un mes y ya extraño. Es increíble la onda que pegamos con los músicos, hicimos una amistad. Son muy buena gente, se armó un lindo grupo", confesó.


Cristian "El Mosky" Bonano y Sebastián Mendoza son cumbieros norteños que devinieron en actores de cine. Por eso posan con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa multifacético. 


Por último, El Mosky recordó que en su etapa como integrante de Menta Cristal, tuvo la chance de cruzarse con Gilda en diferentes momentos. El músico obtuvo anécdotas, tanto en bailantas, como en diferentes medios de comunicación.

"En Esplendor de Moreno, por ejemplo, se había hecho la fiesta de Leader Café. Y al ser parte de la misma discográfica, nos tocó compartir el escenario. En ese momento, ella andaba muy bien y tocó en vivo", evocó. 

"Me acuerdo que fuimos a la radio que el representante José Luis Gozalo tenía en La Salada (NdR: FM Tropical 93.9). Cuando llegamos, el locutor Fabián Banchero le estaba haciendo un reportaje a Gilda y a Toti Giménez. Y mi viejo, que era un cararrota, se metió en el estudio y se puso a hablar con ellos", memoró.

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 11 de junio de 2016.

"ESTOY PREPARANDO ALGO CON DANNY DE LA CRUZ"

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El bongosero Edwin Manrique, histórico músico de Gilda, contó la primicia que surgió luego de su actuación en el film No me arrepiento de este amor. En conversación con Cumbia de la Pura, reveló que se encuentra armando una nueva banda, junto al trompetista Danny De La Cruz.

#GildaLaPelícula


"Una de las cosas por las que me sirvió la película fue el hecho de conversar con Danny, con quien decidimos preparar algo. Estamos buscando el estilo y la forma de los toques, los sonidos, los arreglos. Espero que podamos contar con el apoyo de la gente. Vamos a hacer lo mejor posible", proyectó.

Esta iniciativa significará el regreso de Manrique a la música, ya que abandonó la cumbia luego del fatal accidente ocurrido en 1996, en el que Gilda falleció junto a otro músicos. 

Mientras que para De La Cruz representará otro desafío, dentro de su extenso currículum. Además de su labor actual en el grupo Damas Gratis, se suman sus trabajos previos junto a La Nueva Luna y La Repandilla, entre otros.

La película, con sus extensas jornadas de filmación, provocó que los músicos retomaran el vínculo que los había unido en la década del ´90.

"El hecho de reencontrarse fue muy emotivo. Nos amanecíamos juntos con las grabaciones; volvieron las bromas entre nosotros. Estuvimos casi dos meses en rodaje y compartimos muchas cosas. Fue una experiencia muy agradable", consideró Edwin.


La película No me arrepiento de este amor provocó que los músicos Edwin Manrique y Danny De La Cruz se reencuentren y planeen hacer música juntos. Facebook.


Tanto el bongosero, como el trompetista, habían formado parte del primer conjunto de Gilda, compuesto en 1993.

"La banda pasó por muchas etapas. Hubo músicos que no se bancaron el momento. Al principio nada fue color de rosas, había que pelearla. Sobretodo con el primer material", recordó Manrique, en referencia al disco De corazón a corazón, lanzado un año antes sin gran éxito.

Sin embargo, pese a que muchos intérpretes abandonaron la agrupación, ellos permanecieron junto a la vocalista hasta el último día.

"En esa época era joven y apostaba. Veía el esfuerzo de Gilda por querer sobresalir; su pelea constante por ser alguien en la movida. Los otros muchachos tenían familia. Mientras que Danny y yo éramos solteros. Por eso nos bancábamos las cosas. Pasó el tiempo, y cuando nos dimos cuenta, llegó el momento de la consagración", reflexionó.


En el centro de la escena, Gilda se abraza con el tecladista Toti Giménez y el bongosero Edwin Manrique. Por encima de Toti, aparece Danny De La Cruz, justo entre Manuel Vázquez y Raúl Larrosa. Un recuerdo de la década del ´90. Archivo Edwin Manrique.


Gracias a la película, el músico también se reencontró con el timbaletero Manuel Vázquez, a quien no veía desde hace mucho tiempo.

"¿Que podemos conversar nosotros, después de tantos años? Nos acordamos de nuestras anécdotas, junto a Gilda", se autorrespondió Manrique.


Edwin Manrique aprovechó un momento en el Autódromo Gálvez, donde se filmo una de las escenas, para tomarse una foto con el timbaletero Manuel Vázquez y con Jordan Otero, hijo del fallecido Raúl Larrosa. Facebook.


El bongosero se refirió, también, a su relación con Jordan Otero, quien trabajó en el film como guitarrista. El músico es hijo del fallecido Raúl Larrosa, el tumbador que pereció en el mismo accidente que Gilda. 

"Con él tengo una foto muy parecida a una que me saqué con su padre, abrazados en la ruta", comparó. 

Otero actuó en el largometraje con los bigotes y el mismo sombrero que identificaban a su papá. Un suceso que ocurrió gracias a la iniciativa de Edwin, quien le sugirió a la directora del proyecto, Lorena Muñoz, que lo convoque a tal fin.

"Jordan era la luz de los ojos de Raúl. En las giras con la banda, siempre le compraba algún peluche o un juguete. Y nosotros se lo escondíamos. Nos gustaba hacerlo enojar al Negro, se le salían los ojos", memoró Manrique, entre risas.


En un alto en un ensayo previo al rodaje, Edwin Manrique posó junto a la actriz Natalia Oreiro, quien interpretó a Gilda en la ficción. Facebook.


Por último, opinó sobre la interpretación que la actriz, Natalia Oreiro, hizo en escenas de shows. Una actuación que al músico lo dejó al borde de las lágrimas.

"Hizo un gran papel. Al momento de filmar escenas donde se ponía cerca de la gente, era impresionante el parecido. Su silueta era tal cual a la de Gilda. Viví puntos de quiebre. Quise hacerme el fuerte, el duro, pero por dentro me temblaba todo y se me hacía un nudo en la garganta", confesó. 

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La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 18 de junio de 2016.

"GEBA NO NOS PARECÍA AGRADABLE"

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Marcelo "El Chino" González, líder de La Nueva Luna, había conversado con Cumbia de la Pura en la previa al polémico show en el que celebró los 20 años de su banda. Y se mostró inconforme con la elección del estadio del club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, con el cual tuvo conflictos.



En la noche del sábado 19 de diciembre del año pasado, la agrupación festejó dos décadas de trayectoria. Y lo hizo con un recital organizado en el barrio porteño de Palermo, en la zona de los bosques, en frente al Hipódromo Argentino y cerca de la Avenida del Libertador.

Los espectadores esperaban la intensidad que La Nueva Luna tuvo en estadios como Obras Sanitarias y Ferrocarril Oeste, donde actuó en años anteriores. Sin embargo, pese al entusiasmo, no resultó un espectáculo hecho a la misma medida.

En primer lugar, hubo quejas de los asistentes por la cantidad de veces que González detuvo el show. En varias ocasiones, para conversar con sus músicos. Y en otras, para realizar las clásicas arengas hacia el sector más tribunero de su público.

Esta actitud, sumada a la decisión de realizar los temas completos, generó que hubiese más diálogo que música. Lo que provocó que muchos espectadores silbaran al artista, al cierre de la primera parte, en expresión de disconformidad.

El show que realizó Banda Juárez en el intervalo sirvió para aplacara los insatisfechos. Y las canciones enganchadas por La Nueva Luna en la segunda mitad del recital, ayudaron a recomponer la relación.

Sin embargo, el evento finalizó de manera abrupta. Los funcionarios del club le manifestaron al conjunto que debía cerrar el espectáculo, ya que se había cumplido el horario estipulado. Lo cual provocó la furia del vocalista.

El Chino se descargó contra la institución, al grito de "a GEBA no vuelvo nunca más". Y manifestó haber sentido que le faltaron el respeto. "Cuando vine a probar sonido, me exigieron que les presentara el documento", bramó, ofuscado.

Acto seguido, el artista se retiró del escenario. Y su público, desconcertado, evacuó el estadio con muestras de mal humor.


La tapa de la revista Música De mi Tierra del mes de diciembre, promocionó el show por los 20 años de La Nueva Luna en GEBA, el cual finalizó envuelto en la polémica.


En los días previos al acontecimiento, González había recibido a Cumbia de la Pura en la zona del triángulo de Bernal, Quilmes, donde suele ensayar junto a su banda. Allí se había expresado sobre la sede en la que festejaría el aniversario. 

"Para esta época del año, la mayoría de los estadios están ocupados. Y el único que nos quedaba más accesible para la gente era GEBA. La verdad es que no había muchos lugares para elegir. GEBA no nos parecía el más agradable. Era lo que teníamos más a mano", reveló.

El artista se enfocó en la magnitud del evento y reiteró sus críticas hacia el diario Clarín. El matutino se había negado, en 2005, a difundir el show que La Nueva preparaba para celebrar sus 10 años en la cancha de Ferro.

"Sigo pensando lo mismo. Clarín tiene preferencia por algunos géneros musicales. Si viene La Mona Jiménez a hacer un Luna Park, donde nunca metió más de 5 mil personas, siendo que tiene capacidad para 10 mil, sale en todos los medios. Y nosotros nunca salimos ni en una notita chiquita", comparó.


Marcelo "El Chino" González, líder de La Nueva Luna, es un artista que reacciona con vehemencia y fuerte temperamento. Por eso posa con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa sanguíneo.


El Chino confesó que recibía el cumpleaños de La Nueva Luna con más desgaste que en otras épocas.

"Me agarra un poco más cansado que otros años. Con mucho trabajo, gracias a Dios. Y tratando de llevar la bandera de la música romántica, ya que quedamos muy pocos grupos", deslizó.

Para el vocalista, son escasas las agrupaciones que apuestan a la cumbia tradicional. Pero al mismo tiempo, considera que es muy difícil que regresen los conjuntos que representan el mismo concepto.

"Ojalá que vuelvan. Pero les va a costar un poco, porque la gente que produce discos está apostando a los grupos con mano de obra barata", analizó.

Ante la consulta de Cumbia de la Pura, que le recordó los retornos de Media Naranja, La Cumbia y Víctor Pérez, ex Siete Lunas, el vocalista fue enfático.

"No tienen el apoyo masivo de las productoras ni representantes. Mucho menos del programa del canal América (NdR: en referencia a Pasión de Sábado). Sin ese apoyo es muy difícil que vuelva todo esto", opinó.


Un retrato de El Chino González en su faceta de artista chamamecero. Aquí se lo ve actuando en un festival organizado en la ciudad de Puerto Tirol, provincia de Chaco. 
 

En otro aspecto, se refirió a la faceta folclórica de su banda, que se inspiró en los ritmos del litoral. Bajo el nombre de La Nueva Luna Chamamecera, el artista editó un disco en 2013 y actúa en diferentes festivales dedicados al género.

Incluso, en 2008, había organizado una velada en el teatro Gran Rex de la ciudad de Buenos Aires. 

"Nos va muy bien con el chamamé. Pero no lo priorizamos en base a lo económico, sino en el gusto personal. Es algo que hacemos por hobby. Nuestro trabajo es hacer cumbia, lo otro está en un segundo plano", aclaró.  

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La entrevista fue realizada en la tarde del miércoles 16 de diciembre del 2015 y emitida al aire el sábado 19 del mismo mes y año.

"ME LLAMARON PARA QUE GRABARA UN TEMA"

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Cristopher Valverde, ex vocalista de Malagata, confesó que puso su voz para una de las canciones que aparecen en la película No me arrepiento de este amor. En conversación con Cumbia de la Pura, el cantante se mostró feliz por su participación en el proyecto, en el que además actúa.

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El artista llegó a la pantalla grande sin habérselo propuesto.

"Nunca quise ser actor, lo mío es cantar. A la actuación nunca la tuve en mi radar", reveló.

Sin embargo, la propuesta lo sedujo. Y acudió a un casting junto a otros músicos de cabellos largos.

"Les dije que cantaba en Malagata y me dijeron que fuera vestido como cuando voy a tocar. Entonces fui con mi saco. Y cuando llegué me hicieron soltar el pelo, cosa que yo siempre lo uso atado. Me hicieron hacer una pequeña escena con un chico que estaba ahí. Y después me hicieron cantar a capella", relató Valverde.

Al vocalista le resultaba inverosímil que lo eligieran entre tantos postulantes. No obstante, fue seleccionado para actuar en el largometraje.

"Lo terminé de creer cuando me empezaron a pedir mis medidas de ropa, para el vestuario", confirmó.

Su sorpresa fue mayor al momento en que la producción del film lo convocó para cantar. Su voz sería parte de una cumbia creada exclusivamente para ilustrar una escena.

"Me llamaron para que grabara un tema y me junté con Pedro Onetto, la persona que grabó toda la música de la película. Ahí todo cambió de color", expresó.

Para Valverde fue "una experiencia muy linda e inesperada". "Fue bárbaro ver todo el movimiento y la producción", explicó.




La película será estrenada en el mes de septiembre, cuando se cumplan 20 años de la muerte de la consagrada artista. Un aniversario que conlleva una anécdota impactante para Cristopher. La narración lo incluye indirectamente a su padre, el guitarrista Reynaldo Valverde, histórico líder de cumbia norteña.

"Yo era muy chico, tenía 5 años. Pero me acuerdo que el día que Gilda falleció, mi mamá se había puesto muy mal. Y llamaba por teléfono a todos lados. La noticia había salido en la tele y habían dicho que se accidentó un grupo de la movida tropical. Ella me contó que por la misma ruta estaba yendo mi viejo. Entonces pensó que había sido Malagata", memoró.

"Por un lado, lamentablemente, era Gilda quien se había accidentado. Por el otro, para mi vieja, fue un alivio", agregó.

En otro aspecto, Cristopher valoró el estilo que tenía la vocalista para expresarse en los escenarios.

"Tenía una forma muy particular de cantar. Te hacía sentir lo que estaba diciendo", sentenció.

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La entrevista fue realizada en la tarde del sábado 25 de junio de 2016.

"LA GUARACHA SANTIAGUEÑA TIENE ORÍGENES POPULARES"

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El cineasta Daniel Gerez, director del documental Guaracha del Estero, explicó porqué se involucró con el sonido tropical de su tierra. "Es un ritmo que se escucha en la provincia, la ciudad y en el Noroeste argentino", consideró.





Para Gerez, el ritmo característico guarda una raíz folclórica.

"Desde mi punto de vista, la guaracha tiene orígenes populares como el tango, el jazz o el blues. Una música creada aquí en Santiago en los últimos 30 años", destacó.

El documentalista estudió en la Escuela Universitaria de Cine, Video y Televisión de la provincia de Tucumán. Pero además es músico y vive en la ciudad de Santiago del Estero. Estos fueron los motivos que lo llevaron a hacer una película sobre el género. 

"La guaracha santiagueña es un ritmo que se escucha en la provincia, la ciudad y el Noroeste argentino. Era un tema súper interesante", exclamó.

Incluso, Gerez es familiar de una banda identificada con los orígenes de la música tropical en la Argentina: Los del Trópico, de Santiago del Estero, fundada por el clan Jugo en la década del ´60

"Mi tío Valle era acordeonista y le enseñó a tocar a Marcelo Véliz. Y mi otro tío, Beto, fue quien le enseñó a tocar a Jorge Véliz. Se juntaban a ensayar en una galería que estaba sobre la calle Formosa", contó el cineasta.




Esta relación influyó al momento de seleccionar a los entrevistados de su película

"En el documental hago hincapié en la familia Véliz: Jorge, Marcelo y Alejandro. Tienen mucho que ver con los inicios de la guaracha", manifestó.

"También hablamos de Koli Arce, recordando que vendió 12 millones de discos en latinoamérica. Y que le abrió las puertas de Buenos Aires a los conjuntos de música tropical de Santiago del Estero", agregó.

Para la narración del largometraje, Gerez eligió al cantautor de folclore, Lisandro "John" Paz, quien oficia de protagonista.

"Se ha hecho muy común aquí que los grupos de folclore toquen guarachas en su repertorio, entre zambas y chacareras. Entonces, la idea fue poner a un jóven que está incursionando en el género y buscar distintas preguntas", explicó.


En la ciudad de La Banda, el cineasta Daniel Gerez posó junto a Marcelo Véliz, su hijo Ariel y Rafa Ledesma, ex músico de Koli Arce. Fue durante el estreno en el cine de la película Guaracha del Estero. Facebook.


El film dura 48 minutos y resultó ganador, en 2013, del concurso Documentales, impulsado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Un proyecto realizado con la colaboración de la Universidad Nacional de Santiago del Estero y la Subsecretaría de Cultura de la provincia.

La obra se estrenó en febrero a través de la televisión pública de la provincia de Catamarca. Y fue expuesta en junio en el Cine Teatro Renzi de La Banda, en Santiago.

Gerez reveló que su iniciativa provocó una conmoción entre los integrantes del mundo guarachero.

"Para todos los músicos, entrevistados y compositores fue muy emocionante. Había mucha información guardada; nadie había escuchado sus historias", sentenció.

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La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 5 de marzo de 2016.

"TENÍA CURIOSIDAD POR EL PROCESO CREATIVO DE GILDA Y TOTI"

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Javier Drolas es el actor que interpreta al músico Juan Carlos "Toti" Giménez en la película No me arrepiento de este amor. El artista conversó con Cumbia de la Pura y reveló los aspectos en los que trabajó para componer su personaje.

#GildaLaPelícula



La proposición que le hizo la directora Lorena Muñoz, de interpretar a Giménez en la ficción, significó un nuevo desafío en su carrera. Ocurre que Drolas jamás se puso en la piel de un personaje existente. Sus actuaciones previas habían implicado nuevas invenciones.

"Cuando me llega la propuesta de hacer un personaje, primero leo el guión y empiezo a imaginármelo. En este caso tenía la oportunidad de tener un material extra para investigar, que era la historia que me contó Toti cuando lo vi. Nos tomamos un agua mineral juntos y charlamos bastante", expresó.


El tecladista y productor musical, Toti Giménez, se reunió con Javier Drolas para trasladarle su experiencia. "Charlamos bastante", confesó el actor. Facebook.


En aquella reunión, el actor escarbó en el modo de componer que tenía el músico junto a la vocalista.

"Tenía mucha curiosidad por saber cual era el proceso creativo de ambos. Gilda escribía las letras y llevaba las melodías. Pero Toti ponía la música. Me interesaba ese momento. Me imaginaba que era un encuentro que podía tener que ver con lo afectivo y lo amoroso", consideró.

Y valoró a Giménez como artista.

"Era un músico de formación clásica, que estudió piano en el teatro Colón. Tenía muchos conocimientos desde la armonía. Aparte venía tocando música tropical desde hacía bastante; era tecladista de Ricky Maravilla", observó.




Sin embargo, pese a la investigación realizada, Drolas obtuvo libertad a la hora de interpretar su personaje. El hecho de no parecerse físicamente al músico fue uno de los factores que llevaron a esta determinación.

"La directora llegó a la decisión de no apegarnos a un modelo real y preexistente, sino trabajar en relación a lo que el guión quiere contar. Desde el vamos, mi physique du rôle no tiene nada que ver con el de Toti", apuntaló.

En otro aspecto, Drolas destacó el hecho de haber compartido el rodaje junto a los músicos que formaron parte de la banda de Gilda. Se refirió al bongosero Edwin Manrique, el timbaletero Manuel Vázquez y el trompetista Danny De La Cruz.

"Al ser peruanos tienen una tradición con la cumbia y la salsa muy apasionada. Todos son cracks. Me daba placer verlos y hasta, secretamente, un poco de envidia. Porque me encanta la música y tocar instrumentos, pero en ninguno soy muy bueno", bromeó.


Los músicos peruanos Manuel Vázquez y Danny De La Cruz posan junto Javier Drolas en un alto en una escena. "Son todos cracks", opinó el actor.


Por último, apreció la personificación que hizo la actriz, Natalia Oreiro, sobre la vocalista tropical.

"Es algo que ella estaba esperando hace mucho tiempo. Una persona sumamente dedicada y profesional. Yo la veía tan compenetrada y concentrada, que era muy admirable. Además es una muy buena compañera de trabajo", afirmó. 

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La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 2 de julio de 2016.

"A GILDA LE GUSTABA LA COMIDA PERUANA"

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El timbaletero peruano, Manuel Vázquez, se desempeñó como cocinero antes de trabajar junto a la vocalista. Y le hizo probar los platos típicos de su país, como "la Papa a la Huancaína y el Arroz Chaufa". En una charla con Cumbia de la Pura, el músico repasó su historia y habló de su actuación en la película No me arrepiento de este amor.

#GildaLaPelícula


Manuel llegó a la Argentina con la intención de "trabajar y proyectarse", según lo definió. Y se instaló en el Clan Tropical del empresario peruano José "Cholo" Olaya, donde vivían varios músicos nacidos en su misma nación. La mayoría formaban parte de distintas agrupaciones, como su hermano, el tumbador Oscar Vázquez, quien tocaba en el grupo Karicia.

Pero su viaje no resultó acorde a lo esperado. Y el intérprete se encontró desocupado.  

"Tuve que pagar derecho de piso. Fue duro para mí; caía a los ensayos de los grupos, esperando la oportunidad de estar en alguno. Pero pasaban los meses y se me daba por irme", recordó.

El timbaletero solo podía desempeñarse como músico en esporádicas ocasiones, cuando hacía falta un reemplazo en algun conjunto

"Tapaba los huecos de Aceituna. O cuando faltaba un músico de los grupos que venían de Santa Fe", expresó.  

Entonces, Manuel tuvo que recurrir a otras labores para subsistir. Y halló un salvavidas en la cocina del Clan.

"Todos los músicos tratábamos de sobrevivir. Y como yo no laburaba, me ganaba la comida cocinando para los demás", explicó.


A la izquierda, un joven Manuel Vázquez toca el timbal durante un show televisivo junto a Gilda. "Ella estaba conforme con mi manera de tocar", relató.


Hasta que un día, el timbaletero que trabajaba con Gilda abandonó la agrupación. Y Manuel apareció como su reemplazante. 

"No había quien ocupe ese puesto. Entonces me tomaron una prueba. Ahí se me acercó Gilda y me dijo: "Donde has estado?". Ella estaba conforme con mi manera de tocar. Así fue como ingresé a su banda", relató.

Sin embargo, Manuel no perdió sus dotes culinarios. Y le hizo probar a la vocalista los platos típicos del Perú. La cantante se hizo adepta a los platos criollos. 

"A Gilda le gustaba la comida peruana. Cuando fue a Perú lo primero que pidió, en un restaurante de Miraflores, fue un Lomo Saltado. También le agradaba la Papa a la Huancaína y el Arroz Chaufa", destacó Vázquez.

Su trabajo junto a ella duró hasta 1996, cuando se produjo el fatal accidente en el que la cantante perdió su vida.


La película No me arrepiento de este amor sirvió para que Manuel Vázquez actúe junto a sus amigos Danny De La Cruz y Edwin Manrique. "Ha sido bonito reencontrarnos después de 20 años", destacó.


Por ese motivo, Manuel fue convocado para actuar en la película No me arrepiento de este amor junto a sus compatriotas, los músicos Edwin Manrique y Danny De La Cruz.

"Ha sido bonito reencontrarnos después de 20 años, porque hemos compartido muchas cosas, buenas y malas, en la agrupación", destacó.

El rodaje del film le sirvió al músico para ponerse al día con sus ex compañeros.

"Conversar, dialogar, analizar las cosas, compartir ideas. Y bromear, más que todo. Edwin y Danny son compadres, pero además son los que más joden en el grupo", reveló.

El timbaletero se refirió, también, a su relación con Jordan Otero, quien trabajó en el film como guitarrista. El músico es hijo del fallecido Raúl Larrosa, el tumbador que pereció en el mismo accidente que Gilda.

"A Jordan lo vi cuando tenía un año. Y ahora lo vi hecho un jovencito mayor de edad. Es buen pibe, tranquilo, muy de su casa. Entablamos una amistad muy bonita. Siempre me llama y me dice "Tío", contó.


Los músicos Edwin Manrique y Danny De La Cruz, la directora Lorena Muñoz, el vocalista Sebastián Mendoza, la directora de actores María Laura Berch, el baterista Cristian Bonano, el joven Jordan Otero y Manuel Vázquez posan en medio de un alto en el rodaje.   


La actuación de Manuel provocó la admiración de varios músicos peruanos que residen en Buenos Aires. Como los intérpretes de La Nueva Imagen o Kanela, agrupaciones donde suele trabajar como sesionista. 

"Me han visto en la televisión. Para los chicos de La Nueva Imagen es un orgullo que esté integrando su grupo. El animador me presenta como a un músico de Gilda que va a salir en la película. Eso me avergüenza, no estoy acostumbrado a que me promocionen así", confesó.

Incluso generó las palabras emotivas de su colega, Jaime Sánchez, líder del grupo Kanela.

"Me dijo que, para la colectividad peruana, es un privilegio que tres músicos estén participando en la película de Gilda. Para nosotros es un honor", manifestó.

Por último, agradeció el trato que recibió por parte del staff de la productora Habitación 1520, realizadora del largometraje.

"Se portaron 10 puntos con nosotros. No nos hicieron faltar nada. Fue muy duro cuando terminó todo, porque se extraña bastante", puntualizó.

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La entrevista fue realizada en la tarde del sábado 9 de julio de 2016.

"MI CORAZÓN ES KARICIA"

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José Luis "Pepe" Berrocal, histórico violero del grupo Karicia, aseguró que siente a la agrupación como si fuera "un hijo". De visita en Cumbia de la Pura, el músico recordó sus años en el conjunto y repasó su carrera artística.





El guitarrista, nacido en Perú, llegó a nuestro país a principio de la década del ´90, junto al vocalista Carlos Chávez Navarrete y el timbaletero Esteban "El Negro Memín" Pozú. Los artistas habían formado parte de diferentes agrupaciones musicales, como el Grupo Guinda. Hasta que fueron convocados por el empresario José "Cholo" Olaya, para trabajar en la movida tropical argentina.

Los músicos fueron alojados en El Clan, un inmueble que Olaya poseía en Dock Sud, provincia de Buenos Aires. Allí vivían todos los intérpretes que el empresario traía desde el Perú, con el fin de armar varias bandas musicales. En ese búnker nació el grupo Karicia, entre otros éxitos de la bailanta clásica.


Lucho Rombolá, conductor de Cumbia de la Pura, conversa con el músico Pepe Berrocal, durante una extensa entrevista realizada en AM 530 Radio Madre. 

 
Al repasar sus años en la cumbia argentina, Pepe Berrocal dejó estas frases:

"Cuando nos invitaron a venir con Carlos Chávez y Memín, tuvimos que pensarlo mucho. Con el grupo Guinda trabajábamos jueves, viernes, sábado, domingo y lunes. Acá no teníamos a nadie ni conocíamos nada. El Negro hasta vendió el televisor para viajar".

"Al principio, en el Clan, no podíamos dormir. Toda la noche era pensar. Extrañábamos Lima, la familia, los amigos, los bailes. Y nosotros aquí, sin tocar ni trabajar. No teníamos ni una moneda. Era desesperante".

"Dios se acordó de nosotros y nos puso la varita. Nos dio pie con el primer disco para poder despegar y quedarnos en la Argentina".  

"La primera producción que hicimos fue con el nombre de Agua Marina. Incluso salimos en una entrevista que nos hizo el diario Crónica. Pero nos mandaron una carta documento que decía que la marca estaba registrada en la ciudad de Rosario. Ahí nos dieron 72 horas para reivindicarnos públicamente y cambiar el nombre".

"Nosotros queríamos hacer un disco para el público argentino. La colectividad peruana era chica en esa época".


La portada del primer disco de Karicia, editado en 1991, muestra al vocalista Carlos Chávez y a su primo, el timbaletero Esteban "Memín" Pozú, quienes se agarran la mano. También al guitarrista "Pepe" Berrocal, en medio de sus amigos. Oscar Vázquez y Abel Ramírez completan la formación.


"Cuando hicimos el primer material, lo mostramos en una compañía que era muy grande; manejaba bailes y televisión (NdR: en referencia a Magenta). Pero no nos aceptaron y nos cayó como un balde de agua fría. Después, Leader Music, que era la segunda opción, nos recibió y nos dio la oportunidad".

"Si hubiésemos ejecutado la cumbia como en Perú, quizá no hubiéramos tenido la misma repercusión. Fue gracias a los grandes maestros que estuvieron en la dirección musical de Leader Music, como Enrique Recke, Rubén López Riant, Oscar Cush, Claudio Ravecca y Miguel Zenini. Ellos nos transformaron en una cumbia no tan peruana; cambiaron las bases, el ritmo era distinto. Así es como salió el primer disco".

"El primer disco nos costó una caja de cerveza. Vino el hermano del Cholo y nos dijo: "Muchachos, tengo algo que mostrarles ahorita". Nosotros estábamos amontonados en la piecita donde vivíamos. "Pero si les muestro, ustedes me dan una caja de cerveza", nos dijo en son de broma. Era el material editado. Nuestro sueño era tener un disco de industria argentina. Fue un gran logro".

"Los Mirlos era nuestra competencia discográfica. Pero nosotros, con Reátegui, Alarcón y Raúl Pastor, nunca hemos perdido la amistad. Nos juntábamos en Buenos Aires y nos íbamos a comer algo. Lo mismo sucedió con el grupo Ciclón".

"Equus fue el primer restaurante peruano que se instaló en Buenos Aires. Ahí nos reuníamos siempre, ya que extrañábamos mucho la comida peruana".


El guitarrista José Luis "Pepe" Berrocal se transformó en un símbolo de la movida tropical de los ´90, al frente de Karicia y Karakol. Por eso posa con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa ícono.


La historia de Berrocal y sus amigos, al frente de Karicia, finalizó de manera abrupta, cuando fue asesinado Carlos Chávez en 1997. Un delito por el que fue acusado, detenido y encarcelado El Cholo Olaya. Según la Justicia, el autor intelectual del crimen fue el mismo empresario que invitó a la víctima a trabajar en la Argentina. 

Pepe recordó aquellos últimos años:

"En 1995 me aparté por circunstancias. Y a la semana, Memín también. Entonces fuimos a Leader Music a manifestarle que no pertenecíamos más a Karicia y que queríamos armar una agrupación por nuestra propia cuenta. Ahí se formó el grupo Karavana. Pero a mediados de año, la compañía nos dijo que cambiáramos el nombre. Entonces le pusimos Karakol y sacamos el disco Magia y fantasía".


Magia y fantasía fue el primer disco de Karakol, la banda creada por Pepe Berrocal y Memín Pozú cuando se alejaron de Karicia. "Queríamos armar una agrupación por nuestra propia cuenta", contó el guitarrista.


"Con Karakol no trabajábamos mucho. Y Carlos Chávez me iba a buscar y me decía: "Regresa a Karicia". Pero yo tenía un compromiso con El Negro Memín. Hasta que pasó un año y el trabajo se fue deteriorando. Entonces me animó Chávez a una reunión con el señor José Olaya, donde arreglé regresar con las condiciones que quería. Y justo cuando llegué, pasó lo que pasó. Si sabía, nunca hubiese arreglado nada".

"Me da mucha pena. Sufrí mucho con la pérdida de Carlos Chávez. Desde pibes que hicimos una gran amistad; éramos como hermanos. Teníamos una gran historia, íbamos para todos lados. Me dolió mucho lo que le sucedió y me costó mucho superarlo".  

"Nunca tuve miedo. No se cómo se sucedieron las cosas. Pero no tuve temor, porque creo que nunca le hice daño a nadie. Nunca me porté mal, siempre fui amigo. El que nada debe, nada teme". 

"Mi corazón es Karicia. Es como un hijo. Memín, Chávez y yo, que éramos los emblemas del grupo, dimos el alma, el corazón y la vida". 

"Creo que hoy en día nos mantendríamos como Los Palmeras o La Nueva Luna. Ahorita estaríamos haciendo música".

Escuchá la nota completa acá:




Por último, Berrocal se animó a hacer un acústico en el aire de Cumbia de la Pura. Las melodías fueron acompañadas por la voz de Claudio Chirino, co-conductor del programa y ex vocalista de Karakol. Los artistas interpretaron varios éxitos, como Si quieres y Sin Rumbo, entre otros.

Mirá acá los videos: 




La entrevista y el show acústico fueron realizados en vivo en la tarde del sábado 12 de marzo de 2016.

"HE TRATADO DE ENTENDER PORQUÉ UNA FOTO SE CONVIERTE EN SÍMBOLO"

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El fotógrafo Silvio Fabrykant, autor del retrato de Gilda que ilustra la tapa del disco Corazón Valiente, habló con Cumbia de la Pura sobre la toma de la imagen. "Son esas marcas que quedan para siempre", consideró el artista, quien también participó en la película No me arrepiento de este amor.

#GildaLaPelícula



Durante una buena parte de la década del ´90, Fabrykant trabajó para la discográfica Leader Music. Su labor era fotografiar a cada uno de los artistas que pertenecían a la empresa y se preparaban para lanzar un disco. Con sus imágenes se confeccionaba el arte de tapa de cada nuevo material. 

Así la conoció a Gilda, en 1995, quien acababa de incorporarse a la compañía. La vocalista se encontraba a punto de lanzar Corazón valiente, su cuarto trabajo de larga duración.

Para Fabrykant, en aquel momento, no representó un concepto diferente

"En mi faz de fotógrafo de artistas de la movida, venía trabajando desde hacía mucho tiempo. Y muy seguido, casi un conjunto por semana. En ese entonces, Gilda, no era Gilda. Era una artista más del staff de Leader Music", confesó.  

Sin embargo, pese a no verla como a una cantante singular, logró captar su sello propio.

"El hecho de que era una chica joven y no tenía desbordes anatómicos, ya la hacía algo diferente. Y emanaba una simpatía, una sensación de buen diálogo. En ese sentido, era especial", recordó.


La tapa del disco Corazón Valiente, editado en 1995 por el sello Leader Music. "En un momento ella miró hacia arriba, fue un instante", relató el fotógrafo Silvio Fabrykant, autor de la imagen. 


Para el book de fotos, hubo una pre-producción en la que se resolvieron los aspectos artísticos.

"Lo que se hizo fue preparar la ropa, el tocado y conseguir el lugar. Si no me acuerdo mal, la casa quinta que fue utilizada, era de un amigo del director de Leader Music. Había también un caballo. En ese momento, quien ejercía la direccion artística de todas las fotos, era Andrea Cardinali", contó.

Gilda fue vestida con un vestido azul violáceo y unas sandalias que se ajustaban a sus piernas. Además, colocaron una corona de flores sobre su cabeza y le hicieron sostener un ramo. Con esta indumentaria fue retratada en una imagen histórica.

"Cuando se hacen estas fotos, se pide que el protagonista mire a cámara. Y en un momento ella miró hacia arriba. Fue un instante en que lo hizo, sin que yo se lo indicara. Lo que hice fue apretar el disparador. Ese es mi recuerdo", reveló Fabrykant.  

Para el fotógrafo, se trató de un instante revelador.

"No es que ella se quedó diez minutos mirando hacia arriba. Habrán sido uno o dos segundos. No tuve tiempo para pensar", se sinceró.




Esta situación fue revivida en la ficción, durante el rodaje de la película No me arrepiento de este amor, donde el artista fue convocado para actuar de sí mismo.

"Yo ofrecí ir con el mismo equipo con que la fotografié, que era una cámara de formato grande, de película. Hasta el trípode que usé. Todos los elementos", detalló.

Se trató de una experiencia inédita para Fabrykant.

"Para mí fue muy gracioso. Nunca en mi vida había estado del otro lado de la cámara", dijo.

Sin embargo, ya había tenido un contacto con la actriz que protagoniza a Gilda en el cine.

"A Natalia Oreiro la había fotografiado para hacer el póster de su primera película, Un argentino en Nueva York", memoró.

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 16 de julio de 2016.

"NO HE PODIDO SABER QUE SIGNIFICA WANABARA"

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Carlos "Pato" Guantay, líder de la histórica agrupación del Norte argentino, confesó que desconoce el origen de su marca. "Nunca pregunté el porqué, pero nos trajo suerte", expresó el músico, durante una gira que Cumbia de la Pura realizó en la ciudad de Salta.




El tecladista había comenzado su carrera musical en la década del ´60, cuando fundó Los Hermanos Guantay, junto a su hermano Rodolfo. Una agrupación que luego mutó en Los Duques del Caribe, su segunda propuesta artística.

Al mismo tiempo, otro de sus hermanos, Lino Guantay, había formado un conjunto titulado Los Mercenarios.

"Pasado el tiempo, se desarmaron los dos grupos y formamos Wanabara, en 1970, a mediados de junio", recordó. 

Como explicó Guantay, los tres hermanos Carlos, Rodolfo y Lino, decidieron unirse y armar un cuarteto, junto al músico Mario Tolaba.

"Todavía seguimos los tres que iniciamos el grupo", destacó, en referencia a quienes portan su misma sangre.


El bajista Rodolfo Guantay, y su hermano, el guitarrista Lino, formaron el grupo Wanabara junto a Carlos en 1970. ""Todavía seguimos los tres que iniciamos el grupo", afirmó "Pato".


Pese a que han pasado 46 años, el nombre de la banda sigue siendo un misterio. El título lo aportó Juan Echeverría, "un gran amigo nuestro que ya desapareció", según explicó el tecladista.

Sin embargo, Guantay nunca conoció su origen.

"Hasta el día de hoy no he podido saber que significa Wanabara. Me han dicho que es una bahía que existe en Brasil. También que corresponde a un cafetal. Otros me dijeron que es el nombre de una tribu. Nunca pregunté el porqué, pero nos trajo suerte", consideró. 




El nacimiento del conjunto coincide con los comienzos de la música tropical en la Argentina

"En ese tiempo estaban de moda Los Wawancó y El Cuarteto Imperial. De ahí sacamos muchas recopilaciones, al estilo nuestro", recapituló el músico.

Sin embargo, los hermanos Guantay no se ataron exclusivamente a los sonidos de la cumbia. Y a tono con la moda de la década del ´70, incursionaron en el pop, bajo un nuevo nombre.

"En el ´74, cuando empezaba la música del ritmo moderno, para no quedarnos, iniciamos el grupo Punto y Coma", memoró.

La decisión refleja la extensa duración de los espectáculos de aquella época.

"Ahora tocamos 45 minutos y nos vamos a otro baile. Antes tocábamos toda la noche. Entonces teníamos que preparar un montón de repertorio", manifestó.


Lucas y Golo, vocalistas de Wanabara, junto a Carlos "Pato" Guantay, fundador del grupo, defienden la historia musical pese al paso del tiempo. Por eso posan con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa eterno.


Por la historia de Wanabara han pasado muchísimos cantantes reconocidos en la música tropical salteña. Entre ellos, los vocalistas Luis Royano y Aldo Escobar, quienes se desempeñan como solistas en la actualidad.

Las nuevas voces de la banda de los hermanos Guantay son las de Lucas y Golo, quienes aportan su frescura.

La agrupación cumplió 46 años y representa uno de los emblemas de la cumbia local. Quizás, por ese motivo, sus integrantes fueron bautizados como "Los viejitos piolas".

"El apodo salió de la gente. Yo se lo decía primero a los viejitos que siempre nos acompañaban. Pero después nos lo pusieron ellos a nosotros", deslizó. 

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La entrevista fue realizada en enero de 2016 y emitida al aire en la tarde del sábado 19 de marzo del mismo año.

"GILDA ES UN REFLEJO PARA NO BAJAR LOS BRAZOS"

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Jonathan Rodríguez, vocalista de La Rosa, valoró el esfuerzo que hizo la cantante para construir su carrera. "Ha sido un ejemplo", consideró el artista, quien también participó en la película No me arrepiento de este amor.

#GildaLaPelícula




Cuando la vocalista falleció, en septiembre de 1996, Rodríguez tenía apenas 4 años de edad. Por lo que no pudo apreciar sus canciones en pleno desarrollo.

"No he tenido la oportunidad de disfrutarla como me hubiese gustado. Fue una histórica cantante que ha dejado una huella imborrable en la movida tropical", manifestó.

No obstante, esa diferencia temporal, no le impidió reconocer sus movimientos.

"Si bien era muy chico, admiro profundamente a Miriam, porque ha sido un ejemplo. Se le ha dado el éxito rotundo alrededor de los 30 años. Es un fiel reflejo de que no hay que bajar los brazos", justificó.

El vocalista reparó en los cambios rotundos que Gilda tuvo que efectuar. Se refiere al cambio de su trabajo como maestra jardinera, a los shows en la bailanta.

"Ella tenía su vida hecha y su familia. Pero para la música se nace, no se hace. Hay una llama que te hace tocar un instrumento o cantar. Y cuando vio la mínima posibilidad de surgir con su sueño, lo hizo", opinó Rodríguez.




Incluso se sintió reconocido en la búsqueda que inició la cantante.

"Yo me veo muy identificado, porque sigo mis sueños hace más de 12 años", expresó.

Ocurre que Jonathan se volcó hacia el canto desde niño. Y al comenzar su segunda década, despidió a sus seres queridos y probó suerte en Buenos Aires.

"Dejé a toda mi familia. Y vendí todas mis pertenencias para venir, sin pedirle nada a mis viejos", detalló.

Una decisión que le sirvió para expandirse artísticamente. Pero que también produjo momentos de nostalgia.

"Me he perdido de momentos que no vuelven, como cumpleaños, fiestas, eventos y despedidas. Son cosas que uno pierde al estar en esta carrera", explicó.

Rodríguez se instaló en la zona sur del conurbano bonaerense y halló trabajo como vocalista de Naraná, primero, y El Misil Norteño, después. Hasta que fue convocado por el tecladista y productor, Tony Gariglio, para sumarse a la delantera del grupo La Rosa.

"Siempre soñé con ser reconocido en la movida. Mi sueño es dejar una huella en la historia de la música", deseó.


El vocalista Jonathan Rodríguez, actual cantante de La Rosa, conoció a la actriz Natalia Oreiro durante el rodaje de la película No me arrepiento de este amor. "Fue una emoción terrible", confesó. 


Jonathan es un vocalista que posee el cabello largo, al estilo de la década del ´90. Este aspecto, sumado a su experiencia en el mundo de la bailanta, fue el factor por el que lo convocaron para actuar en la película No me arrepiento de este amor.

"Me llamaron para hacer una pruebita. Fui como guitarrista. Fue muy lindo, una emoción terrible", confesó.

En el largometraje, Rodríguez no personifica a un cantante. Sino a un intérprete que forma parte de una banda, que actúa de soporte en un show de Gilda.

"Es un músico que se la cruza en un baile, en una situación muy especial y particular de la película. Ojalá se me vea al menos un rulo", bromeó Rodríguez.

Sucede que, pese a no ocupar un rol protagónico, el trabajo le generó mucha satisfacción.

"A lo mejor ni aparezco en la película. O solo se vea un perfil de costado. Pero nadie me va a quitar la posibilidad de decir: "Yo estuve ahí, en la filmación", sentenció.

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La entrevista fue realizada en la tarde del sábado 23 de julio del 2016.

"LAS RODILLAS DE MI MORAL ESTÁN SANAS"

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El vocalista Oscar Cabral, más conocido como Pastor de los Santos, consideró que a varios músicos de Santa Fe les falta ética. Y se definió como un artista sin "precio". "No hay dinero que compre la honestidad", expresó en una conversación con Cumbia de la Pura, cargada de polémica.




La charla comenzó con el estado de salud del cantante, quien peleó en 2015 con una grave enfermedad.  

"La he pasado muy mal. Tenía un tumor de 25 centímetros en la médula. He perdido todo el cabello y bajé unos 30 kilos. Llegué a perder hasta la fe. Pero gracias a la ayuda de mi compañera, y de un montón de personas que uno siempre tiene al lado para orar, me reestablecí bastante. Le agradezco a Dios por tener misericordia de mí", estimó.

Para Pastor, la cumbia fue un aliciente. Pero más importante fue su voluntad.

"La música ayuda, pero no hay que bajar los brazos. Si hubiese sido torneo o albañil, hubiera seguido trabajando igual. Porque a pesar de los dolores y de no poder caminar, yo me subía al escenario y actuaba. Creaba, escribía y seguía adelante", manifestó.

El músico contó que, esta situación, le ayudó a descubrir a las personas.

"Me sirvió para balancear los amigos que he tenido. No ha quedado nadie en la balanza", analizó.


"Me subía al escenario y actuaba", expresó el vocalista Pastor de los Santos, pese a padecer una difícil enfermedad. Aquí se lo ve en un show en el club República del Oeste, de la ciudad de Santa Fe. Facebook.


En consecuencia, el vocalista alzó su perspectiva sobre el decoro.

"Hay que ser buena persona. Yo eso lo he mantenido por más de 55 años. Gracias a Dios no me ha podido manejar ningún difusor, productor o representante. Si bien no tengo económicamente lo que quisiera, las rodillas de mi moral están sanas. Yo creo que el 99 % de los músicos ha tenido una agachada para llegar a ser lo que son".

Una toma de posición que influyó en su estilo artístico.

"Yo siempre fui un cantante social, de protesta. Si no puedo decir lo que convive conmigo, lo que puedo palpar, me siento un inútil. Dijo Horacio Guarany: "De amor y besos abundan los cantores, no es culpa mía si no he traído flores". Yo siempre traigo a colación la vida real: el chico que necesita, la mamá que pierde a su hijo, la droga que convive hoy con la sociedad".

Y se ubicó en un sector del mundo de la bailanta, alejado de los ritmos modernos.

"Yo defiendo la movida tropical auténtica. La que no tiene nada que ver con el sexo en la música, los aritos o el pelo largo".




En otro aspecto, Pastor se refirió al deceso en 2014 del acordeonista Miguel Carranza. El músico había sido el fundador de Los Cumbiambas en la década del ´60. Pero al momento de morir, se encontraba al frente del grupo Bella Cumbia. 

"Estábamos actuando en televisión, en el show de Carlitos Roman. Y se descompuso. Lo sacamos afuera para que pudiera respirar. Y de ahí no lo volvimos a ver. Para mí fue una pérdida enorme. Fue un componente de la movida tropical auténtica", analizó.

Ese mismo año, también falleció el bajista Osvaldo Raggio. Un músico que representa los inicios en la música de Oscar Cabral

"Lo de Osvaldo me trastocó porque fue el comienzo de mi carrera. Yo formé el Grupo Alegría con él, cuando tenía 16 años. Si bien teníamos un montón de diferencias, despedí al amigo de la adolescencia", afirmó.


Arriba: La portada del primer disco del Grupo Alegría, donde Oscar Cabral comenzó su carrera junto al fallecido Osvaldo Raggio. "Despedí al amigo de la adolescencia", afirmó. Abajo: El acordeonista Miguel Carranza fue recordado por Pastor como "un componente de la movida tropical auténtica". 


La polémica ingresó en la conversación cuando el artista fue consultado por otros asuntos. Como su opinión sobre la detención de Juan Carlos "Banana" Mascheroni, líder de Los del Fuego, quien fue aprehendido con un arma con la numeración limada, cuando manejaba una camioneta robada, con pedido de captura. El hecho ocurrió en febrero de este año.

"Es un tipo que se ha portado muy mal conmigo. No le auguro lo peor, pero es bueno que este tirón de orejas de la sociedad llegue a tiempo. Estaba en la cresta de la ola y no pudo manejar su entorno. Esto pasa cuando querés trepar a costa de cualquier cosa. Yo no me contento con su detención, pero las cosas se pagan en vida. Conmigo fue muy mala leche, muy mala persona, falto de palabra. Me ha dejado pegado con mucho dinero, el cual he pagado siendo un Don Nadie. Lo lamento por Juan Carlos, porque nos conocemos de pibes. Hay cosas que no se hacen", sentenció.


Pastor de los Santos fue muy crítico con Los del Fuego y Los Palmeras. "Fue muy mala leche", dijo sobre Banana Mascheroni. "Formaron parte de la corrupción", señaló a Camino y a Deicas.


En otro orden, Pastor se refirió al reconocimiento que recibieron Los Palmeras, quienes fueron galardonados con el Premio Konex de Platino, junto al trovador Jorge Fandermole. Ambos artistas luego fueron reconocidos por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe.

"Lo que han hecho Los Palmeras a nivel promocional y cultural, dentro de la música de Santa Fe, ha sido sumamente importante. Pero a veces, los que ocupan el primer lugar no son los mejores. Yo he inaugurado centros médicos, jardines y escuelas. Y he tocado para los inundados, sin que nadie me de un diploma o una medalla. Quisiera ver cuales son los actos buenos que han tenido con la sociedad para ser distinguidos de esa manera. Son gente que cobra miles de pesos para actuar. No he visto a Los Palmeras tocando gratis para nadie. Incluso han estado comprometidos en Misiones y Corrientes, donde facturaban un dinero y cobraban otro. Formaron parte de la corrupción", disparó.

Por último, se expresó sobre el anuncio de la Ministra de Innovación y Cultura de la provincia, María de los Ángeles González, quien afirmó que en noviembre se realizará el Festival de la Cumbia. La funcionaria, además, aseguró que Los Palmeras formarían parte de la Comisión Organizadora del evento. 

"No se puede ser juez y parte. Si vos sos músico, dejá que lo organice otro. Ojalá salga bien, pero seguramente habrá mucha gente disconforme. Traidores hay en todos lados. En la época de los egipcios, los Faraones, al no tener gente para controlar a sus esclavos, le daban a los israelitas el poder de controlar. Y eran más tiranos que los mismos esclavizadores. En Alemania, había judíos que eran diferenciados para cuidar una barraca. Y eran más dictadores que un alemán. Olvidate de que va a estar Pastor o Los del Bohío en ese festival. A mí no me ha podido comprar nadie. No tengo precio. No hay dinero que compre la honestidad".

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La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 26 de marzo de 2016.

"ÉRAMOS UNA FAMILIA"

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Marcelo Inamorato, histórico bajista de Gilda, se refirió al clima laboral que se vivía en la banda. "Nos tratábamos como hermanos", confesó en el aire de Cumbia de la Pura, donde habló, además, de su participación en la película No me arrepiento de este amor.

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El músico valoró el ambiente de trabajo en el que se desempeñó.

"En la banda éramos una familia. Nos tratábamos como hermanos", sentenció. 

Y contó que el vínculo era tan fuerte, que permitía espacio para las bromas.

"Nos peleábamos también. Me acuerdo del negrito Larrosa, cuando discutíamos por el lugar en que nos sentábamos. Iba y le decía a Gilda: "Dile a Marcelo que me de el asiento". Lo hacía enojar a propósito", recordó, en referencia al fallecido tumbador Raúl Larrosa.

Para Inamorato, la vocalista ocupaba un rol muy importante en el grupo.

"Para nosotros era como una madre. Siempre se preocupaba más por nuestro aspecto personal que por la música", reveló.


Un recuerdo de la década del ´90, donde un joven Marcelo Inamorato posaba junto a Gilda para una foto. "Era como una madre", la retrató el músico. 


El músico se había sumado al conjunto luego de su paso por el grupo Besos. Una banda que pertenecía al Clan Tropical, del productor peruano José "Cholo" Olaya.

"Tocaba con otras agrupaciones de la misma empresa. Era un comodín", se definió.

Hasta que fue convocado para sumarse a la banda de Gilda. Pero esta vez, como músico estable. 

"Fui recomendado por Gino Asmat Galindo, uno de sus primeros percusionistas. Gilda me entregó un casette, donde estaban los temas que tenía que sacar. Querían probarme", recordó.

Y el examen resultó positivo para el bajista.

"Gilda me aceptó por mi forma de ser y tocar", consideró Inamorato.


En el centro de la imagen se lo ve al bajista Marcelo Inamorato durante una presentación de Gilda en la televisión argentina.


Sin embargo, luego de instalarse como integrante pleno, el músico sufrió un incidente que marcó su futuro.

"Me asaltaron en Villa Fiorito. Me sacaron toda la ropa. Y adentro de mi campera estaban mis documentos", relató.

La pérdida de su documentación le produjo un conflicto laboral. La banda estaba a punto de iniciar una gira internacional. Y sin una credencial que acredite su identidad, el músico no podía cruzar la frontera.

"Se viajaba a Bolivia y a Perú. Y sin documentos no podía salir", expresó.  

Entonces, Gilda, quien debía continuar con los shows previstos, se vio obligada a buscar un relevo para el bajista. Y convocó a Gustavo Babini, a quien conocía de su paso por el grupo Crema Americana

Al mismo tiempo, se encargó de buscarle un nuevo puesto a Inamorato, que estaba a punto de ser padre y no podía darse el lujo de quedarse sin ingresos. En consecuencia, se produjo un enroque entre los músicos

"Yo esperaba un hijo. Y al quedarme sin trabajo, Gilda me buscó un reemplazo. Y yo ocupé su lugar en Crema Americana", expuso.

Así nació una relación de camaradería entre Babini e Inamorato, unidos a través del bajo. Cada músico funcionaba como auxilio del otro, en caso de una necesidad. Si alguno sufría una urgencia que le impedía actuar en vivo, el otro lo secundaba. 

"Cuando nos encontrábamos con Gustavo, le llevaba un listado de temas, en caso de que me tuviera que reemplazar", recordó.

Hasta que el 7 de septiembre de 1996, en el accidente en que Gilda perdió su vida, también falleció Babini. La paradoja del destino hizo que Inamorato, que había quedado fuera de la banda, no viera su vida en peligro.

Un momento en el rodaje de la película No me arrepiento de este amor. El músico Marcelo Inamorato junto a sus ex compañeros, Edwin Manrique y Danny De La Cruz.


A 20 años de la tragedia, el músico fue convocado para actuar en la película No me arrepiento de este amor. Una escena donde el bajista aparece como músico de una banda tropical.

El largometraje le sirvió para volver a ver a sus ex compañeros de banda, como Edwin Manrique, Manuel Vázquez y Danny De La Cruz.

"Lo más emotivo fue encontrarme con ellos. Son hermanos de la música", señaló.

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La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 30 de julio de 2016.

"EL CHOLO PODÍA ATENTAR CONTRA LA VIDA DE GILDA"

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Ricardo González fue el encargado de seguridad de la vocalista, quien temía ser atacada por su ex productor, José "Cholo" Olaya, luego de haber roto su relación artística. "Tuvo miedo y contrató un guardaespaldas", contó en conversación con Cumbia de la Pura, donde habló, también, de su participación en la película No me arrepiento de este amor.

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González era integrante de una fuerza de seguridad y se metió en el mundo de la movida tropical. Había sido contratado para trabajar en LP, un baile ubicado muy cerca de la estación de Carupá, en la zona norte del conurbano bonaerense.

Hasta que un superior le acercó una nueva propuesta laboral.

"Me dijeron que había una persona que tuvo inconvenientes. Y me ofrecieron personalizar la custodia", detalló.

Se trataba de Gilda, que había cortado su relación comercial con El Cholo Olaya, el empresario peruano que produjo su banda, sus discos y también la representaba. Y la ruptura dejó furioso al capitalista, un hombre que despertaba sospechas de origen ilícito.

"A mi no me consta, pero decían que tenía vinculaciones con negocios turbios, como la droga. Eran los trascendidos del momento. Se decía que era un tipo pesado en el ambiente", confesó González.

En consecuencia, Olaya comenzó a intimidar a la vocalista, debido a la ira que le provocó haber perdido a uno de sus artistas.

"Empezó a amenazarla y a llamarla por teléfono a la casa. Le decía que no iba a trabajar más y que la iba a mandar a matar. Y Gilda, que no era una persona del ambiente, tuvo miedo. Entonces, decidió contratar un guardaespaldas", recordó el custodio.

Así se incorporó al conjunto tropical, encargado de velar por la seguridad de la cantante.

"Arranqué un sábado y mi primer baile fue Galáctica, en la rotonda de Llavallol. Después fuimos a Terremoto. Esa fue mi primera experiencia", memoró.


Un recuerdo de la década del ´90, cuando Ricardo González se desempeñaba como custodio personal de Gilda. "La flaca era alta", la recordó. Facebook.


En su debut como guardaespaldas, González vivió su primer episodio. Sin embargo, su historia en Terremoto de Palermo, un boliche que frecuentaba la comunidad boliviana, no incluyó un momento de peligro.

"El baile tenía dos pasarelas a los costados del escenario. Y un muchacho saltó desde ahí. Llegó hasta Gilda, le dio un beso y la saludó. Sin mala intención. Pero era mi primer día de laburo. Me desesperé, lo agarré y le dije: "Si la tirás, te mato". Lo gracioso es que mi actitud dio una buena impresión", contó.

De a poco, González comenzó a aplicar sus conocimientos. Y a controlar los movimientos de ingreso o egreso de los bailes, cuando la vocalista se topaba con sus fans.

"La flaca era alta. Yo tenía la precaución de poner un brazo sobre sus hombros, hacerla agachar un poquito y correr a la gente. Pero sin golpear a nadie", describió.


Ricardo González posó junto a la actriz Natalia Oreiro, personificada como Gilda, en un alto en el rodaje de la película No me arrepiento de este amor.


El guardaespaldas reconoció que portaba un arma por prevención. Pero que el modo de ser de Gilda alejaba cualquier sensación de peligro.

"Yo fui armado siempre, por el miedo de que El Cholo atente contra su vida. Pero ella era un ser especial y tenía carisma con la gente. Inclusive, en esa época, el público no era agresivo con los artistas", consideró.    

González agradeció no haber vivido ningún episodio con tintes mafiosos.

"Gracias a Dios no hubo un auto que nos encerró, un camión o un colectivo", reflexionó.

El trágico accidente en el que Gilda perdió su vida, en 1996, también cerró la historia de González. Sin embargo, no se alejó de la movida tropical. Al poco tiempo se incorporó como custodio de La Nueva Luna, donde trabajó por varios años.


El trailer de No me arrepiento de este amor muestra la histórica escena del show que Gilda brindó en una cárcel. Al fondo, contra la pared, se lo ve a Ricardo González, quien volvió a realizar su trabajo en la ficción.   


En otro aspecto, se refirió a la convocatoria que recibió para actuar, de sí mismo, en la película No me arrepiento de este amor. Una invitación realizada por la directora del largometraje.

"Lorena Muñoz nos tuvo mucha paciencia a nosotros, que no somos actores. Es una persona muy cálida, con un carisma espectacular. Nos ha tratado de la mejor manera", se sinceró. 

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La entrevista fue realizada en la tarde del sábado 6 de agosto de 2016.

"SOMOS UNA PRODUCCIÓN REGIONAL"

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Rubén Escalante, vocalista del Grupo Guinda, se refirió al alcance que han tenido sus canciones. La reflexión surgió luego de compararse con el chileno Américo, quien grabó las mismas melodías. Una charla que se produjo durante una gira que Cumbia de la Pura realizó en la ciudad de Salta.




Ocurre que Guinda popularizó, en el Norte argentino, un puñado de temas nacidos en Perú, como El embrujo y Te vas, entre los más destacados. Las creaciones pertenecen al compositor Estanis Mogollón, quien vendió sus letras a diferentes artistas de todo el continente.

En consecuencia, las mismas canciones fueron realizadas en diferentes regiones. Una decisión adoptada de acuerdo al circuito laboral de cada agrupación. El caso de Guinda es uno de los ejemplos.

"Cuando Mogollón se hizo reconocido a nivel internacional por el chileno Américo, nosotros ya llevábamos dos años de haber grabado El embrujo. Hablamos de propuestas diferentes. Nosotros somos una producción regional. Y Américo la está haciendo mundial", analizó el cantante.




El Grupo Guinda es una formación compuesta por los hermanos Escalante. Un conjunto en el que Rubén se desempeña como vocalista, Daniel ejecuta los timbales y Jorge, la guitarra.    

Una historia que comenzó cuando eran pequeños, influenciados por los estímulos artísticos de su padre, Santos Escalante. 

"Eran tiempos diferentes. Antes, la distracción de un chico era jugar al fútbol o tocar la guitarra. Eso prevaleció en nuestro interés por la música", recordó Rubén.

La inclinación por el arte se mantuvo, al punto que decidieron formarse como profesionales.

"Yo terminé mi carrera como profesor de piano. Mi segundo hermano estudió guitarra. Y el tercero, percusión. Le damos valor al apoyo de Santos Escalante; es un pilar fundamental. Nos empujó desde muy chicos, sin imaginar que sus hijos iban a llevar un proyecto adelante", apreció. 


Los hermanos Escalante son quienes conforman el Grupo Guinda de Salta. En la voz se desempeña Rubén, mientras que Daniel toca los timbales y Jorge hace sonar la guitarra.   


Su instrucción los llevó a formar su propio grupo de música tropical, al que bautizaron Marimba. Un nombre al que debieron renunciar debido a un conflicto con la ley.

"Teníamos dos placas grabadas, que se empezaron a expandir a nivel nacional. Era algo impensado; maduramos como artistas a corta edad. No estábamos asesorados en cuestiones legales. Hasta que en Buenos Aires se presentó una agrupación que se hacía llamar Marimba Show. Y presentaron los papeles a su nombre. Entonces, decidimos cambiarlo", recordó.

En consecuencia, la banda se vio obligada a buscar un nuevo título. Y se inspiró en los nombres de las frutas.

"Siempre tuvimos como referencia lo que se manejaba en Salta: existían el grupo Ananá, el grupo Frutilla. En ese tiempo no era tan ambicioso el artista acá", manifestó Escalante.

Entonces pensaron en instalar el nombre Cereza, como nueva marca denominativa. Pero a último momento cambiaron de opinión. 

"Vimos que la descripción de Guinda era: "Una fruta tropical, de buen sabor, muy poco consumida en Argentina". Y nos dijimos, que hacíamos música tropical y llevábamos un buen sabor a nivel artístico. Entonces lo registramos", memoró el músico.


Rubén Escalante, vocalista del Grupo Guinda de Salta, se inspiró en una fruta tropical para colocar un nombre a su agrupación. Por eso posa con la bandera de Cumbia de la Pura, un programa riquísimo y jugoso.


Escalante fue entrevistado por Cumbia de la Pura en el programa La Previa, el ciclo televisivo conducido por Oscar Yáñez. La charla se produjo en etapa de carnavales, lo que provocó una mirada sobre su rol de artista, durante la época estival.

"Mientras nuestros amigos están de vacaciones, disfrutando de las carpas, para nosotros es el momento donde más trabajamos. Estoy del lado del payaso del circo, para divertir a la gente", graficó.

Sin embargo, pese a no poder deleitarse como cualquier salteño, consideró que el verano sirve para acrecentar el caudal de público.

"A los carnavales los utilizamos como un conector de gente, que cada año visita muchísimo nuestra provincia. Por ahí hacemos seis o siete shows en un fin de semana. Y sabemos que treinta o cuarenta mil personas han escuchado el show de Guinda", puntualizó.

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en enero de 2016 y emitida al aire en la tarde del sábado 2 de abril del mismo año.
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